MUNDO
11 de septiembre de 2014
Violinista israelí da un concierto mientras la operan del cerebro
Los médicos del hospital de Tel Aviv le implantaron electrodos para eliminar los temblores que sufría hacía 20 años. Llamativamente, la cirugía se realizó durante un show "privado".
Una ex violinista cuya carrera se vio interrumpida debido a una condición conocida como temblor esencial se acaba de someter a una cirugía de cerebro en el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv esta semana, para revertir el mal que la aqueja hace más de 20 años y por el que abandonó su carrera musical.
"Es una lástima haber sabido de esta operación recién ahora", dijo Naomi Elishuv. "Ahora puedo empezar a vivir otra vez", dijo la violinista.
Pero la operación de Elishuv no fue una intervención cualquiera. La violinista tocó en la Orquesta Sinfónica Nacional de Lituania, en la Orquesta de Cámara de Israel y en el Conservatorio de Música de Givatayim, y ofreció un concierto privado durante la estimulación cerebral previa a la cirugía, informó el diario Hareetz.
"Mi mayor pasión siempre fue tocar el violín y lamentablemente tuve que conformarme con la enseñanza"
"Mi mayor pasión siempre fue tocar el violín y lamentablemente tuve que conformarme con la enseñanza. Mi temblor me impidió tocar profesionalmente, y esto fue muy duro para una mujer como yo", declaró Elishuv antes de entrar al quirófano.
El director del área de Neurocirugía Funcional del hospital, Yitzhak Fried, responsable de la operación, explicó a Hareetz el procedimiento: "Implantamos un marcapasos con electrodos que emite impulsos para suprimir el temblor que interfería en las actividades cotidianas de Elishuv", dijo.
"La operación fue realizada bajo los efectos de la anestesia local. Con el objetivo de colocar los electrodos en el lugar exacto, queríamos que ella participara activamente y en tiempo real, por eso le pedimos que toque el violín durante la cirugía", aseguró el especialista.
"Con el objetivo de colocar los electrodos en el lugar exacto, queríamos que ella participara activamente"
Además, agregó que la paciente "no sintió dolor" ya que las áreas del cerebro en cuestión no sienten dolor.
"No puedo esperar a lograr una vida normal", dijo Elishuv emocionada. "Quiero tocar mi violín, firmar un papel y tomar un té sin derramarlo", concluyó.