POLITICA
19 de agosto de 2014
El Gobierno busca cambiar la jurisdicción del pago a los bonistas y la reapertura del canje
A pesar de que aumenta las chances de un default duradero y de ser un claro desacato a los fallos del juez Thomas Griesa, Cristina Kirchner anunció un proyecto de ley que contempla el pago a los acreedores en la Argentina. La iniciativa crea un fideicomiso y remueve al banco de Nueva York como agente de pago
La presidente Cristina Kirchner anunció esta noche el envío al Congreso de un proyecto de ley, que autoriza al Ministerio de Economía a "remover al banco de Nueva York como agente de pago de bonos de acreedores", y designar "en su lugar a Nación Fidecomiso".
En un mensaje emitido por la cadena nacional de radio y TV la Presidente aclaró que los tenedores de bonos que adhirieron a las reestructuraciones de deuda en 2005 y 2010, "podrán elegir un fideicomiso tal como lo establece sus derechos".
La jefa de Estado informó que el artículo 2 del proyecto de ley apunta a "implementar instrumentos legales que permitan el cobro de los servicios correspondientes al 100 por ciento de los títulos públicos".
Cristina Kirchner anunció "al pueblo argentino" que el Poder Ejecutivo enviará una ley al Congreso de "pago soberano local de la deuda externa argentina". Señaló que "se declara de interés público la reestructuración de la deuda externa argentina realizada en 2005 y 2010".
En este marco, anunció la creación de un fideicomiso que administrará los fondos depositados para el pago de deuda, como una de las iniciativas del proyecto de ley de pago soberano local de la deuda externa, que el Ejecutivo enviará al Congreso.
La Presidente sostuvo que la creación del "fideicomiso con fines específicos determinados por ley, la única aplicación que se le puede dar a esos recursos son los establecidos por la propia ley que crea el fideicomiso" por lo que "nadie podrá tocar (esos fondos), porque son de nuestros acreedores".
Además, expresó que el proyecto de ley "incluye a todos los que no ingresaron a los canjes" de 2005 y 2010, para que cobren en los mismos términos de dichos canjes.
Cristina Kirchner afirmó que la deuda externa "es un tema complejo que nos atañe a los argentinos de hoy y del futuro. A partir del golpe de Estado (de 1976) y los sucesivos gobiernos democráticos, la deuda externa fue creciendo y convirtiéndose en un condicionante del crecimiento".
La Presidente sostuvo que "esto es para los futuros gobiernos", al anunciar el proyecto de ley de pago soberano local de la deuda. "Si yo firmara lo que muchos quieren que firme, seguramente algunos aplaudirían, pero la bomba explotaría después. A mí me queda poco de mandato, por eso no es para este gobierno sino para el que vendrá", remarcó.
En diálogo con Infobae, el economista Luis Secco evaluó que "si la idea es un simple camino de jurisdicción del pago, no hace más que aumentar las chances de un default más duradero. La Argentina estaba cerca del desacato del fallo de Griesa y ahora se profundiza la voluntad de defaultear la deuda".
Más cuestionamientos a Griesa
La presidenta Cristina Kirchner expresó que se debe ser "esclavos y siervos" de los "contratos", al anunciar el envío de un proyecto al Congreso que "declara de interés público la reestructuración de la deuda externa argentina realizada en 2005 y 2010".
Puntualizó que el juez estadounidense Thomas "Griesa inventó, al servicio de los fondos buitre, una extravagante interpretación de la cláusula pari passu" y "embargó los recursos de los tenedores que habían ingresado al canje de deuda de 2005 y 2010".
"Al no poder embargar ni satélites, ni embajadas, ni fondos de los jubilados, ni al Banco Central", Griesa embargó esos fondos en favor de los holdouts, afirmó Cristina. Remarcó también que "todos los países tienen una ley de quiebra, pero no hay una ley internacional de reestructuración de deuda o de quiebra de países soberanos".
Los "nervios" por el litigio con los holdouts
Sobre el cierre de su discurso, Cristina Kirchner admitió estar "nerviosa" por el litigio con los holdouts. "Estoy un poco nerviosa, discúlpenme, normalmente suelo tener más aplomo", aseguró, al tiempo que pidió a los partidos políticos que "tengan la grandeza de entender que esto no es un problema del Gobierno, sino de todos los argentinos".