POLICIALES
26 de febrero de 2016
Norberto Oyarbide procesó a Ricardo Jaime
El ex funcionario kirchnerista sigue sumando problemas judiciales
El juez federal Norberto Oyarbide procesó al ex secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner, Ricardo Jaime, por el delito de malversación de caudales. Condenado por coimero y por su responsabilidad en la Tragedia de Once, el ex funcionario suma un nuevo procesamiento que refuerza la idea de cómo se manejaban los fondos y los negocios en la Secretaría de Transporte entre 2003 y 2009.
Oyarbide procesó a Jaime por haber ordenado la reparación de 120 coches de la empresa Ferrovías que correspondían al Ferrocarril Belgrano Norte. Según fuentes judiciales, Jaime excedió el marco de una resolución dictada por el Ministerio de Producción del año 2002, que autorizaba la operación para reparar hasta 80 coches. En diciembre de 2003, meses después de asumir, elevó el número de coches a reparar a 120. Cuando era fiscal de Investigaciones Administrativas, el ex diputado Manuel Garrido había aportado pruebas a la causa que estaba en el juzgado federal 9. Para Garrido el aumento del número de coches a reparar de 80 a 120 "ponía a cargo del Estado trabajos que en realidad consistían en tareas de mantenimiento normal de un coche que debían haber sido absorbidos por la empresa prestataria del servicio concesionado de acuerdo a los términos del contrato de concesión". El total del contrato era de una cifra cercana a los 100 millones de pesos.
Durante años el caso estuvo en manos del fiscal Carlos Stornelli, quien en 2012 había pedido el procesamiento de Jaime y de los empresarios porque habían otorgado el contrato de reparación a la firma controlante de Ferrovías. El juez Luis Rodríguez había indagado y dictado una falta de mérito para el ex secretario de Transporte. El año pasado el caso pasó del juzgado de Rodríguez al de Oyarbide por compensación.
El procesamiento por malversación de caudales fue dictado de acuerdo a lo que indica el artículo 260 del Código Penal: "Será reprimido con inhabilitación especial de un mes a tres años, el funcionario público que diere a los caudales o efectos que administrare una aplicación diferente de aquella a que estuvieren destinados. Si de ello resultare daño o entorpecimiento del servicio a que estuvieren destinados, se impondrá además al culpable, multa del veinte al cincuenta por ciento de la cantidad distraída".
Jaime suma y sigue. Investigado en una decena de causas judiciales, y condenado a prisión por la Tragedia de Once, sigue caminando por las calles de Córdoba donde, a fuerza de valijas repletas de billetes, alguna vez fue el jefe del kirchnerismo.