MUNDO
1 de diciembre de 2014
Francisco y Bartolomeo I se comprometieron a trabajar por la unidad de cristianos católicos y ortodoxos
El Papa y el Patriarca de Constantinopla firmaron un documento para intensificar los "esfuerzos para promover la plena unidad" tras 1.000 años de separación. Pidieron el fin de las persecuciones a cristianos en Medio Oriente
"Expresamos nuestra decisión sincera y firme, en obediencia a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, de intensificar nuestros esfuerzos para promover la plena unidad de todos los cristianos, y sobre todo entre católicos y ortodoxos", dice el documento conjunto que firmaron este domingo Francisco y el patriarca ortodoxo ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I.
El texto es el broche final de la primera visita del Papa a Turquía para favorecer el diálogo interreligioso y la paz en Medio Oriente. "Lo único que desea la Iglesia Católica y que yo busco como obispo de Roma es la comunión con las iglesias ortodoxas", aseguró.
La asistencia del Sumo Pontífice a la Iglesia Patriarcal de San Jorge, a orillas del Cuerno de Oro de Estanbul, cerró a un viaje que también tuvo por objetivo estrechar las relaciones entre la Iglesia Católica Romana y las iglesias ortodoxas.
El pontífice se inclinó y pidió a Bartolomeo I que lo besara en la frente, un signo máximo de humildad hacia al patriarca, "el primero entre iguales" de la Iglesia Ortodoxa. Ambos trabajaron en los últimos meses para crear un acercamiento entre las iglesias cristianas occidentales y orientales, divididas desde el cisma de 1054.
Francisco: "Lo único que desea la Iglesia Católica y que yo busco como obispo de Roma es la comunión con las iglesias ortodoxas"
La presencia del Papa en Estambul -anteriormente conocida como Constantinopla, antigua capital del mundo cristiano bizantino- tuvo una carga fuertemente simbólica.
La visita fue vista como una oportunidad para tender puentes entre confesiones frente al ascenso del yihadismo con el grupo Estado Islámico en Irak y Siria, que ha supuesto una mayor persecución para las minorías cristianas en Oriente Medio.
"¿Cómo vamos a proclamar con credibilidad un mensaje de paz que venga de Cristo, si seguimos teniendo rivalidades y desacuerdos entre nosotros?", dijo Francisco, en referencia a la violencia en Oriente Medio.
El sábado, durante su visita a la mezquita de Sultanahmet, más conocida como la Mezquita Azul, Francisco meditó unos minutos posicionado en dirección a la Meca junto a la máxima autoridad religiosa de la ciudad, en un "bello momento de diálogo interreligioso", según las palabras del portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.