27 de abril de 2023
Chiarotti: "Un 30% de víctimas de terrorismo de Estado eran mujeres"
Este jueves tuvo lugar una nueva audiencia del juicio de la causa por delitos de lesa humanidad "Zona V" que se tramita en los tribunales de Bahía Blanca.
La abogada e integrante del consejo consultivo del Comité de América y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer, Susana Rita Chiarotti, declaró este jueves en una nueva audiencia del juicio de la causa por delitos de lesa humanidad "Zona V", que se tramita en los tribunales de Bahía Blanca, donde dijo que "un 30% de las víctimas del terrorismo de Estado a partir del 24 de marzo de 1976 fueron mujeres".
Chiarotti, oriunda de Santa Fe, quien además desde 2005 representa a la Argentina en el Comité de Expertas en Violencia de la OEA, brindó detalles de investigaciones sobre la violencia sexual en el marco de violaciones masivas a los derechos humanos ante los jueces del tribunal, Ernesto Pedro Francisco Sebastián, Sebastián Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido, a cargo de este proceso en que están imputadas 37 personas por crímenes cometidos en perjuicio de 333 víctimas.
"La violencia sexual se compone de las acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una persona sin su consentimiento, puede involucrar la invasión física del cuerpo humano o actos que no necesariamente comprenden penetración o contacto físico alguno", sostuvo una de las autoras del libro "Grietas en el silencio", una investigación sobre la violencia sexual en el marco del terrorismo de Estado.
La abogada, quien también es docente de la Universidad de Rosario, indicó que según la Conadep "un 30% de las víctimas del terrorismo de Estado a partir del 24 de marzo de 1976 fueron mujeres", quienes "sufrieron violencia en los centros clandestinos de detención de manera sistemática y planificada".
"En la mayoría de los casos hubo componentes de violencia sexual", indicó al señalar que el discurso predominante "del terrorismo de Estado promovía una imagen de mujer del hogar, dedicada a su familia, madre y esposa devota".
El discurso predominante "del terrorismo de Estado promovía una imagen de mujer del hogar, dedicada a su familia, madre y esposa devota (...), estereotipo que se contraponía con el ejemplo que daban las que se involucraban en política"
Chiarotti dijo que dicho "estereotipo se contraponía con el ejemplo que daban las mujeres que se involucraban en política, como estudiantes, profesionales, trabajadoras o militantes de organizaciones estudiantiles, sindicales".
"La mayoría de las víctimas relataban que al torturarlas les decían que eso les pasaba por no estar donde debían estar", y por "haberse involucrado en un ámbito que es reservado a los varones".
La investigadora sostuvo que "hay referencias históricas sobre la violencia sexual en conflictos armados y en situaciones de represión ilegal", ya que "durante siglos las mujeres fueron vistas como botín de guerra, premio de los vencedores, parte del territorio conquistado".
Chiarotti expresó también que "el tema del consentimiento de mujeres víctimas de violencia sexual privadas de libertad tiene las mismas improntas y problemas de los casos que afectan a las mujeres en general".
"Cuando un caso de violencia sexual es denunciado ante la justicia es frecuente que los imputados argumenten que la víctima provocó la agresión o que la aceptó en consentimiento", afirmó.
"Cuando un caso de violencia sexual es denunciado ante la justicia es frecuente que los imputados argumenten que la víctima provocó la agresión o que la aceptó en consentimiento"Susana Rita Chiarotti
"El resultado es que se termina culpabilizando a la víctima, se interrumpen las investigaciones, se archivan los casos y los hechos quedan impunes", agregó como parte de su declaración ante el tribunal.
También comentó que durante el trabajo para el libro "Grietas en el silencio" sobre violencia sexual en centros clandestinos de detención "escuchamos testimonios en centros clandestinos de Chaco, Formosa, Neuquén, Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Tucumán y Santa Fe".
"El número de provincias con centros de detención demuestran que no se trataba de una acción individual y excepcional, solitaria, se trató de una modalidad sistemática y uniforme en todo el país", expresó.
Atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género
- Por llamada gratuita las 24 hs
Línea 144
- Por WhatsApp
11-2771-6463
. - Por mail a
[email protected]
- Descargando la
app
En ese contexto indicó que "estas acciones delictivas formaban parte de lo secreto, lo clandestino, no era necesario una orden escrita, cualquiera podía atacar a una víctima privada de la libertad y no sufrir ninguna represalia ni por sus pares ni por sus superiores".
"Los crímenes sexuales fueron perpetrados por agentes del Estado que pertenecían a casi todas las jerarquías dentro de las fuerzas de seguridad", sostuvo y señaló que "hemos recogido relatos que incriminan a guardias, carceleros, miembros de la patota, oficialidad del servicio de inteligencia, comandantes y hasta militares que revestían la categoría de jueces".
"Era imposible para las víctimas formular cualquier denuncia a los mismos captores por los ataques sexuales que provenían de ellos mismos, no iban a ser escuchados", agregó la investigadora.
Por último dijo que "hemos constatado que muchas víctimas que no declararon nunca la violencia sexual que sufrieron, al escuchar la sentencia, se sentían reparadas".