"La Secretaría de Inteligencia debería ayudar a prevenir la narcocriminalidad"
La periodista Clarisa Ercolano habló sobre su nuevo libro, "Escuchas ilegales", en el que aborda los cambios en el área de inteligencia y su impacto en el caso Nisman
¿Por qué decide investigar sobre un tema como los servicios de inteligencia y las escuchas ilegales para su primer libro? Antes del caso Nisman, era una cuestión que se prefería ignorar...
En realidad comencé como se comienza con cualquier nota y nunca pensé que iba a derivar en un libro. Y un día casi en broma una fuente me dijo, "con todo lo que te cuento podés hacer un libro". Ese día le comenté a Gabriel Levinas y él fue quien me dijo que no le parecía mal, quien me llevó a la editorial y quien de algún modo se dio cuenta del peso que tenía todo el material con el que me estaba encontrando, como que eran capas y todos los días aparecía una capa diferente y el tema parecía no agotarse nunca.
-Buena parte de su investigación se centra en la denuncia de espionaje telefónico que involucra a Mauricio Macri, señalando irregularidades. ¿Llegó a una conclusión?
Como conclusión te puedo decir a la que llegué viendo el expediente. Nada prueba que haya existido la llamada que luego desencadenó la causa por la que se acusa a Macri. En los tickets del locutorio no figura la llamada a la casa de Sergio Burstein sino a un número parecido, pero que no es el de Burstein. Además, siendo que se trataba de una causa de escuchas, por ejemplo, ¿por qué no se secuestró el identificador de llamadas que había en la casa de Burstein, o la tickeadora del locutorio de dónde partió la llamada?
-Alguien que no queda muy bien parado en el libro es Sergio Burstein...
Burstein fue una persona que cuando en la Legislatura porteña se le preguntó de que trabajaba dijo que eso era algo de su vida privada. Es extraño, cada quién de nosotros puede responder de qué trabajamos sin sentirnos molestos.
NA
- Cómo era la relación entre Stiuso y el matrimonio Kirchner?
Era óptima. Como todo el mundo sabe, Stiusso fue presentado ante el fiscal Nisman por el propio Kirchner, para que proveyera la inteligencia necesaria en el caso. Tras la muerte de Néstor, los cambios no fueron inmediatos, pero en el entorno del kirchnerimso duro nadie resigna poder y ciertamente Inteligencia era un área que ya no manejaban. Desplazon a Stiusso y ahora deben negociar con él desde un lugar muy complicado.
-¿Creció el poder de la Secretaría con el kirchnerismo?
En lo últimos diez años acumuló un poder impresionante, el Gobierno dejaba hacer y no controlaba.
-Stiuso parece haber salido del centro de la escena del caso Nisman, ¿no?
Claramente. Es irrisorio que cuando medio país sabe que está fuera de Argentina pidan conocer su paradero, por ejemplo.
Adrián Escandar
-¿Qué reflexión merece la creación de la AFI?
Creo que hasta ahora lo de la AFI es un cambio de manos, pero no un cambio de fondo. Una secretaría de inteligencia se supone que entre otras cosas debería ayudar a prevenir la narcocriminalidad y no los veo muy enfocados en ese tema.
-Por último, ¿cómo se le pone fin a la guerra de espías?
Creo que para poner fin hace falta una depuración verdadera y sobre todo control de la caja y de las acciones. Un megaorganismo de inteligencia que no rinde cuentas de sus gastos ni sus acciones en un área tan sensible es como un mono con una navaja.
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