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GENTE

18 de noviembre de 2014

¿Cómo podés deshacerte de tus pensamientos negativos?

Los pensamientos negativos, influyen en nuestra vida. Cuanto?

Como seres humanos, somos una máquina de pensar. Está comprobado que tenemos más de 50,000 pensamientos diarios, siendo la gran mayoría de ellos pensamientos sin mucho sentido y arraigados en el estrés que tenemos en nuestra vida cotidiana. Solemos sentirnos mal por el pasado y preocuparnos por el futuro, e identificarnos plenamente con esas imágenes o emociones que nos embargan, sin tener la capacidad suficiente para ver más allá de todo eso y de vislumbrar con mucha mayor objetividad aquello que somos realmente.

En este sentido, los pensamientos negativos nos suelen jugar una muy mala pasada: al tenerlos constantemente en nuestra cabeza, cedemos ante ellos y creemos que nosotros somos eso, y que, por lo tanto, no somos seres valiosos y merecedores de cosas buenas para nosotros. Puede ser bastante cruel la forma en la que nos solemos maltratar psicológicamente a causa de la identificación con nuestros pensamientos negativos.

A menudo, el tener pensamientos negativos es parte de nuestra vida. Estamos sometidos a una gran diversidad de estímulos e interacciones con diversos entornos, personas y situaciones que generan emociones y pensamientos en nosotros. Eso es parte de nuestra experiencia humana. El punto central es lograr diferenciar entre nuestros pensamientos raíz y aquellos que solo suceden en el momento. Finalmente, todo es acerca de estrés acumulado en nuestro sistema nervioso, que nos nubla y nos saca de un espacio de mayor alegría y calma.

En este sentido, es muy importante contar con algunas herramientas sencillas para volver al momento presente y liberarnos de la carga constante de pensamientos negativos en nuestra cabeza:

1) Situarnos en el momento presente: Puede leerse muy fácil, y lo cierto es que, después de cierta práctica, es fácil. Una forma infalible de situarnos en el momento presente es, simplemente, enfocarnos en nuestra respiración. Idealmente con nuestros ojos cerrados, llevamos nuestra atención al abdomen y nos hacemos conscientes 100% de nuestra respiración: inhalamos lentamente, hacemos una pausa y luego exhalamos lentamente. Repitamos este ejercicio cinco veces como mínimo. Veremos cómo cambia nuestra percepción personal y del entorno con esto. El objetivo es volver al poder de este momento y liberarnos de la carga negativa propia de los pensamientos negativos.

2) Bajar hacia nuestro corazón: Esto es especialmente importante cuando nacen pensamientos negativos hacia otras personas. A veces, incluso, hacia personas cercanas o queridas. Cuando sentimos que afloran pensamientos negativos al estar frente a ellas y en el fondo no queremos que pasen estos pensamientos por nosotros, hagamos lo siguiente: pongamos nuestra atención en nuestro corazón. Respiremos hondo, naciendo esa respiración desde nuestro corazón, inhalando y exhalando desde ahí y repitiendo mentalmente la palabra “gracias”, a la vez que miramos a esa persona hacia la cual tenemos pensamientos negativos. Con ello, nos daremos cuenta que, en realidad, no queremos tener esos pensamientos y que es solo tensión acumulada en nuestro cuerpo.

3) Dejar que los pensamientos fluyan: intentar controlar nuestros pensamientos puede ser una tarea titánica, y no es la idea estar constantemente deteniéndolos. En este sentido, es importante darnos cuenta de la carga de algunos pensamientos. Si de pronto viene un pensamiento que dice: “soy gorda” o “soy imperfecto”, solo déjenlo pasar, diciendo:”Ok, soy imperfecto” y sigamos con nuestra rutina habitual. Nuestro estado basal y que merecemos como derecho de nacimiento es la alegría y calma.

Intentar calmar el flujo incesante de nuestros pensamientos negativos y regresar a un estado de mayor calma es una tarea importantísima a realizar para nosotros mismos. Procuremos ser gentiles y siempre enfocarnos en aquello que es realmente importante.

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