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GENTE

4 de septiembre de 2014

El "diamante negro" de la gastronomía apareció en el país

Se trata del hongo comestible premium requerido por los mejores chefs a nivel mundial. El kilo puede costar 3 mil dólares. Se encontró en la ciudad de Chillar, partido de Azul

En un acontecimiento histórico para la truficultura argentina, apareció el llamado "diamante negro" de la gastronomía: se trata de la trufa de Perigord, un hongo comestible que compite con productos de lujo como el caviar, el azafrán y el foie de gras.

La primera trufa se obtuvo en la localidad de Chillar, partido de Azul, en el centro de la provincia de Buenos Aires, luego de haber sido implantada en una plantación en el año 2010 por Agustín Lagos, quien desde hace 8 años investiga y trabaja en el área de la truficultura argentina.

 

Lagos se hizo cargo de todo el proceso de producción en este campo y se encargó de llevar adelante el cultivo junto con un equipo especializado. Finalmente en agosto pasado, asistió a la cacería de la primera trufa de la mano de Pancha, un labrador entrenado que marcó el árbol donde se encontraba el hongo.

 

La trufa negra de Perigord es el hongo más fino, aromático y deseado de la gastronomía mundial

Es utilizado en los platos de los restaurantes más exclusivos del mundo y requerido por los mejores chefs de la gastronomía. Debido a su escasez, un kilo de trufa puede llegar a costar entre 2.500 y 3.000 dólares.

Francia, Italia y España son los países que cultivan trufas históricamente, aunque ahora por ciertas características del suelo y cambios climáticos escasea este producto. Como consecuencia, surgen otros posibles mercados como el local, para abastecer a América del Norte, Europa, Asia y Oceanía en contratemporada.

Es por eso que Lagos junto con otros socios fundadores llevaron adelante el emprendimiento Trufas del Nuevo Mundo, ubicado en Espartillar, donde se están implantando árboles desde 2012 y este año finalizaron con la segunda y última etapa para completar las 50 hectáreas que darán las primeras trufas para el período 2016/2017 aproximadamente.

Este proyecto, el más grande de Sudamérica de trufas negras de Perigord, es además un fideicomiso financiero pensado para pequeños y medianos inversores que quieran volcar sus ahorros y asegurar su futuro económico en un negocio donde las trufas se valorizan cada vez más.

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