ECONOMIA
18 de agosto de 2014
Estiman que por la baja de precios y los impuestos el maíz ya no es rentable
Así surge de las estimaciones de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola. Por la caída de las cotizaciones internacionales, la presión tributaria y la inflación sólo en 7% de los distritos donde se extiende el cultivo podrá obtener ganancias
"A pocos días de que comience la siembra, las condiciones actuales impactan negativamente sobre esta producción y su cadena de valor, con el riesgo de sufrir una caída en la inversión, la producción y el empleo que esta actividad genera, ya que en el 93% de los 249 distritos analizados el maíz no sería rentable", índica un informe conjunto de la Comisión de Enlace, Aacrea, Aapresid y Maizar.
"Hay regiones del país donde se van a necesitar rendimientos 70% superiores al promedio de las últimas 6 campañas para poder equiparar los gastos de producción de maíz con los ingresos. Ese es el caso del NOA. Mientras que en la mayor parte de los departamentos de Santa Fe, se requerirá un rendimiento 10% superior al del promedio histórico para cubrir los costos", destacan los especialistas.
"Sólo en las regiones cercanas a los puertos e industrias el cultivo podrá ser rentable en la nueva campaña"
Como ocurre con la mayoría de los cultivos de explotación extensiva "el estudio comprobó que en muy pocas localidades -generalmente aquellas cercanas a los puertos o industrias- hay posibilidades de que sea viable con los rindes históricos del cultivo de maíz y con un precio de cosecha de 140 dólares por tonelada (precio para la posición de abril de 2015, en el Mercado a Término de Buenos Aires).
Desde la Comisión de Enlace, Aacrea, Aapresid y Maizar recalcan que "de continuar esta política de alta presión impositiva nacional que afecta a las empresas, y con el mantenimiento de los tributos y de las restricciones a la exportación, con el elevado riesgo comercial que esto conlleva, el maíz vivirá una situación similar a la que atravesó el trigo en las últimas dos campañas, recordadas como las dos peores siembras en 100 años. Esto traerá consecuencias socio-económicas muy negativas para las comunidades del interior de las provincias -donde el campo hace el 78% de su inversión- ya que la actividad y el empleo se verán fuertemente afectados".