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GENTE

7 de agosto de 2014

La increíble historia de la mujer que buscó por su cuenta al asesino de su hijo y lo encontró

Octavio Gómez, de 16 años, fue asesinado en el Bajo Flores en 2005. Con el identikit del sospechoso oculto en su mano, su madre recorrió calles y pasajes para dar con el culpable. Hoy se conocerá el fallo y el presunto asesino podría ser condenado a 15 años

El hijo de Nélida Sérpico (57) fue asesinado el 22 de diciembre de 2005 en el Barrio Rivadavia I, en el Bajo Flores. En medio del dolor y sin descanso, la mujer inició la búsqueda del asesino de su hijo y tras siete años, lo encontró. La madre de Octavio Gómez, en su búsqueda personal recorrió el barrio con un identikit que le habían acercado y que ocultaba en la palma de su mano. Disfrazada y con el cabello teñido de un color diferente al castaño que luce hoy, logró que lo detuvieran.

  Convencida de que la Policía no iba a avanzar en la investigación, Nélida comenzó una incansable búsqueda hasta encontrar al asesino. El 5 de abril pasado recorrió la peligrosa villa 1-11-14 y el barrio Rivadavia, lugares que después de años, ya los conocía como la palma de su mano. Hacia el mediodía, creyó ver a Caimo en el mismo pasillo donde mataron a su hijo y no se equivocó.   Cuando lo ubicó, avisó a la policía, pero le pidieron que "llamara nuevamente en unos minutos", por lo que debió contactar a la Gendarmería, que fue la fuerza de seguridad que finalmente cercó y detuvo al joven, identificado como Facundo Caimo. Nélida, incluso, les había indicado cuáles eran las vías de escape posibles.   El adolescente de 16 años recibió un balazo de una pistola calibre 9 milímetros cuando estaba en compañía de un amigo. La Justicia logró determinar que Caimo junto a un grupo de entre 8 y 10 personas, integrantes de una banda conocida como “Los Quebrados”, los abordaron y les preguntaron: “¿Viste cómo te nos regalás”?, y mientras las víctimas intentaban alejarse, les dispararon.   Cuando estaba internado y con custodia policial, le dijo a Nélida y a un amigo quién había sido el autor de los disparos. La revelación también la había dado en el trayecto hacia el Hospital y también quedó plasmada en la denuncia formal. Lo cierto es que acusó a Caimo, quien también vive en el Barrio Rivadavia I, al igual que él.   "Cuando lo empecé a buscar, sabía que al sospechoso le gustaba andar en motos de alta cilindrada y que usaba zapatillas del mismo color de las motos que manejaba. Caminé los pasillos sin compañía. Sólo me encomendaba a mi hijo Octavio y le pedía que me hiciera invisible para que nadie me descubriera", afirmó a La Nación, la mamá de la víctima.   Caimo estuvo prófugo ocho años y hoy el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 dará a conocer el veredicto. La fiscal Mónica Cuñarro, representante del Ministerio Público, solicitó una pena de prisión de 15 años y, según el sitio, Fiscales.gob.ar, lo acusó de homicidio simple en concurso real con homicidio en grado de tentativa, agravado por la participación de un menor de edad. Encontró como atenuantes su nivel de escolaridad y que no registra antecedentes. Por el contrario, consideró como agravantes el haber estado prófugo durante ocho años y el desprecio hacia la vida ajena.   Cuñarro consideró los informes médicos y las pericias balísticas que acreditaron 13 disparos “provenientes de un mismo lado”, efectuados con dos armas. "Pienso que va a haber justicia. Durante los años que busqué al acusado, nunca perdí las esperanzas. Sabía que lo iba a encontrar", sostuvo Nélida.   El defensor de Caimo, Néstor Daniel Aguirre pidió por la absolución de su cliente, amparándose en el beneficio de la duda. Hoy, los jueces Martín Vázquez Acuña, Alberto Huarte Petite y Luis Salas escucharán las últimas palabras de Caimo , y tras ello emitirán el veredicto.

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