Mientras River y Huracán empataban 0 a 0 y terminaba el primer tiempo, en Zagreb, Croacia, Federico Del Bonis sacaba 40-15 arriba, para ganar la Davis. En el Monumental, en las tevé de las plateas laterales y en las Centenarios y Sivoris media, que hay televisiones, ya casi nadie estaba mirando lo que hacian el Millo y el Globo, en parte por el gris partido y por otro lado por la importancia del partido que se jugaba allá lejos, en Europa.

Cuando a Ivo Karlovic se le fue larga esa última pelota, el Monumental estalló y, rápido, la pantalla gigante del Vespucio Liberti mostró la montonera que se armó sobre la humanidad de Delbonis y, al instante, la voz del estadio anunciaba que "Argentina ganó la Copa Davis".

Así, en medio de un entretiempo de un partido paliducho, la gran multitud presente en Núñez celebró la victoria del equipo de Daniel Orsanic ante Croacia. Mientras, los de Gallardo y los de Caruso igualaban en un cero gigante. Pero eso, en ese momento, importó muy poco.

Las más de 40 mil personas estallaron al grito de dale campeón e inmediatamente fue un atronador Argentina, Argentina.