MUNDO
1 de agosto de 2014
El Papa se escapa para almorzar con jesuitas
Sin preaviso, se sumó a una comida con amigos de esa comunidad religiosa, que festejaban el día de San Ignacio de Loyola, a pocos metros del Vaticano.
Tal vez el papa Francisco ya se cansó de la comida que ofrecen en el hotel del Vaticano, porque el jueves volvió a escaparse por segunda ocasión para llegar de sorpresa a almorzar con amigos jesuitas que festejaban el día de San Ignacio de Loyola, en la Curia General de los Jesuitas en Roma, a escasos metros del Vaticano.
Sin preaviso, el pontífice le dijo al jesuita superior, el reverendo Adolfo Nicolás, que quería acompañarlos y fue llevado calle abajo a las oficinas jesuitas en su Ford Focus azul.
La presencia del Papa en la calle volvió a sorprender a la gente que lo veía pasar.
El almuerzo tuvo lugar en el comedor principal de la Curia General, y allí estuvieron los hermanos del fray Paolo Dall'Oglio, un jesuita secuestrado en Siria hace un año.
Francisco almuerza en el comedor vaticano como un trabajador más
Se trató de una visita totalmente privada y simple. El Papa se entretuvo con la comunidad en el comedor y después subió a la sala de comunidad para compartir un café, conversando amablemente y saludando a cada uno.
En un comunicado, los jesuitas informaron hoy que Francisco "les dio palabras de consuelo''
La semana pasada, el Papa sorprendió a los empleados del Vaticano cuando llegó a la cafetería, se colocó en fila, tomó una bandeja y almorzó con ellos.