GENTE
21 de julio de 2014
Dormir desnudo despierta la "hormona del amor"
Lo reveló un estudio que encuestó a mil británicos
Irse a la cama sin ropa mejora la vida sexual. Pero además aumenta la felicidad y la salud.
Marylin Monroe tenía sus motivos para irse a la cama vestida con solo unas gotas de Chanel N° 5. La Asociación de Algodoneros Estadounidenses, Cotton USA, con una encuesta entre más de 1.000 británicos determinó que las personas que duermen desnudas son más felices en su relación de pareja y que irse a la cama sin ropa ayuda a despertar a la "hormona del amor".
Al parecer, la relación de pareja, la forma de dormir y el material de la ropa de cama están interconectados. El 57% de las personas que duermen desnudas son felices en su relación de pareja, frente al 48 % que duerme en pijama y al 43 % que usa camisón.
A su vez, un 15 % de los que duermen con un body reconoce sentirse descontento con su relación, por lo que se convierte en la prenda más desaconsejable para una buena relación amorosa y sexual.
"Estar desnudo en la cama con tu pareja es física y emocionalmente íntimo (...) Es una manera de decir 'quiero estar cerca de ti' y una luz verde para el sexo. La intimidad, y la disponibilidad física y emocional es lo que mantiene a una relación fuerte frente al estrés y desafíos diarios", declaró la terapeuta de pareja Amber Madison al Daily News.
La investigación también reveló que acostarse tal y como vinimos al mundo no entiende de edades. Casi 4 de cada 10 personas que duermen desnudas tienen más de 55 años, mientras que los más jóvenes son reacios: 7 de cada 10 prefiere dormir con un pijama.
A pesar de que a muchos no les gusta porque lo consideran antihigiénico, dormir sin ropa tiene sus beneficios. La asociación británica National Sleep Foundation recomienda irse a la cama desnudo porque combate el envejecimiento y favorece la liberación de la hormona melatonina.
Dormir liviano de ropa también ayuda a los huesos y músculos, controla el apetito, regula la temperatura de nuestro cuerpo y eleva la conocida “hormona del amor”.
En el caso de los hombres, favorece también la fertilidad porque las células que producen los espermatozoides funcionan mejor a temperaturas ligeramente por debajo de la normal del cuerpo.
El estudio además reveló las principales causas por las que muchas personas prefieren dormir en su casa. Un 29 % rechaza la oferta de quedarse en la casa de otra persona por la incomodidad de la cama de su huésped, un 22 % por la calidad de las sábanas y un 21 % por el desorden de la habitación.
Las condiciones en la que se encuentre el dormitorio de la pareja también tienen una relación directa sobre el estado de ánimo. Lo que más les molesta, con un 59 % de los casos, es la ropa sucia tirada por el suelo, seguido por el desorden y la cama sin hacer.
A 5 de cada 10 personas tampoco le gusta que su compañero coma en la cama, un 40% no permitiría la entrada de una mascota a su habitación y el 24% se siente molesto cuando “le roban” la almohada por la noche.
La tecnología también está muy presente y casi 2 de cada 10 no permite que su pareja utilice dispositivos móviles como smartphones o tabletas cuando está acostado.