GENTE
1 de diciembre de 2014
¿El fin del HIV-SIDA está a nuestro alcance?
Hoy, los esfuerzos para combatir la epidemia se centran en aumentar la detección de personas que viven con VIH para acceder a tratamientos y reducir la transmisión del virus. El estatus en la Argentina y una radiografía de los grupos más vulnerables en un diálogo entre expertos
Desde el comienzo de la epidemia, en la década de 1980, se estima que aproximadamente 78 millones de personas contrajeron la infección por el VIH y al menos unos 39 millones de pacientes fallecieron a causa de enfermedades relacionadas. Según registros del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), actualmente hay unos 35 millones de personas infectadas en todo el mundo y 19 millones desconocen su situación serológica.
"En Argentina, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Salud de la Nación, hay unas 110 mil personas que viven con VIH y, de ellas, se estima que el 30% no sabe que está infectada. Es por eso que uno de los aspectos importantes a potenciar es el testeo", señaló la doctora Isabel Cassetti, médica infectóloga, directora médica de Helios Salud.
Combatir la epidemia
Recientemente, la revista TIME publicó un artículo titulado: "The end of AIDS" que daba cuenta del plan de acción que se está llevando adelante en San Francisco, la ciudad considerada como la "zona cero" donde comenzó la epidemia de HIV/Sida en los Estados Unidos, para llegar al objetivo de llevar a cero el número de nuevos casos de personas que contraigan la infección. Los que tenemos años, hemos vivido desde el comienzo el desarrollo de esta pandemia y sabemos que ésta ha sido una de las ciudades más afectadas. Por aquellos años, en la década de 1980, había un médico llamado Merle Sande que nos permitía ir a visitar el hospital donde quedábamos impactados con la cantidad de pacientes que tenían. En aquel entonces, cuando se diagnosticaba sida a un paciente, su expectativa de vida era de unos 18 meses. Es decir que, hasta que aparecieron las drogas en 1996, el período de sobrevida con la enfermedad era muy corto.
Ahora, el gobierno de San Francisco junto a la Universidad de California, San Francisco (UCSF), los médicos y el conjunto de la población, iniciaron un programa llamado "San Francisco HIV 0". Esto significa que se están dedicando esfuerzos para que esta ciudad, que fue una de las primeras donde surgió la epidemia, pueda lograr ser una de las primeras ciudades en las que el número de nuevos infectados sea igual a cero.
Tolerancia cero para el HIV
"El primer objetivo es testear más gente. Es decir que, en la medida en que las personas sepan que están infectadas, pueden acceder a los tratamientos que hoy son medicamentos más fáciles de tomar, menos tóxicos y mejor tolerados que los que surgieron a mediados de los 90", indicó Cassetti que también es coordinadora del area médica de Stamboulian Servicios de Salud.
De acuerdo con la especialista, cuando el paciente recibe su tratamiento, se busca lograr que la carga viral en la sangre sea no detectable, lo que significa una menor cantidad de virus en sangre y secreciones genitales, para que estas personas transmitan menos. "Entonces, a mayor cantidad de gente testeada tendremos más cantidad de gente tratada", resumió.
En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) se propuso para 2015 llevar a cero el número de infecciones en niños recién nacidos de madres que viven con HIV.
Para el 2020, junto a ONUSIDA, el organismo internacional se fijó el objetivo "90-90-90", que el 90% de las personas infectadas lo sepa, que de ese grupo, el 90% reciba tratamiento y que, de aquellos que se tratan, el 90% tenga carga viral indetectable. De acuerdo a un comunicado reciente de las Naciones Unidas, "a través de este plan se podría evitar un total de 28 millones de nuevas infecciones y permitiría al mundo ser testigos del fin de la epidemia de VIH/Sida para 2030".
La doctora Cassetti señaló que en Argentina existen unas 30 mil personas que no saben que están infectadas.
Si queremos llegar a aplicar el concepto de San Francisco para lograr una "Buenos Aires/Argentina HIV 0" podemos hacerlo aumentando el testeo de aquellas personas que pudieran haber tenido alguna conducta de riesgo.
Hoy el test consiste en una prueba sencilla y rápida, la Fundación Helios Salud lo preconiza y el Ministerio de Salud está estimulando la toma de conciencia para que quienes pudieran tener dudas, en pocos minutos puedan disponer del resultado. Si el estudio fuera positivo, es importante aclarar que hoy disponemos de medicación que se puede entregar a todos los pacientes.
Si no tienen recursos, el Estado se las proveerá y, si tienen algún tipo de cobertura médica serán las obras sociales o las prepagas las entidades que garantizarán el acceso a los tratamientos. Si uno toma la medicación puede bajar la carga viral a un nivel menor de 20 que hace que prácticamente sea excepcional la transmisión del virus.
Conductas de riesgo
"Las prácticas sexuales de mayor riesgo sin el uso de preservativo son las anales. Los adolescentes muchas veces las eligen porque consideran que son más seguras para evitar los embarazos cuando en realidad son las más inseguras para la transmisión tanto del HIV como de otras enfermedades de transmisión sexual", señaló la especialista.
De acuerdo a la infectóloga, "Anal, vaginal y oral. En ese orden se ubican las relaciones sexuales, de mayor a menor riesgo. En cuanto al sexo oral, existe la creencia de que no transmite y, si bien el riesgo es bajo, es importante señalar que no es igual a cero".
Poblaciones en crecimiento
Todos están igual de expuestos al riesgo de contraer la infección por VIH. Sin embargo los dos grupos que actualmente preocupan en nuestro país son los adolescentes (entre 15 y 24 años de edad) y los adultos mayores de 50 que representan poblaciones de pacientes en crecimiento.
"El problema del VIH en la adolescencia es que persisten falsas creencias tales como "a mí no me va a pasar" o "es un problema de otros". Estos jóvenes están creciendo sin saber qué es lo que sucedía con el HIV en el pasado en el que la gente moría porque no disponíamos de tratamientos. Entonces parecen desestimar el riesgo y no cuidarse por considerar que se trata de una enfermedad crónica, que tiene tratamiento eficaz con una sola pastilla", señaló Cassetti.
En este grupo, la vía de contagio en las mujeres es a través relaciones heterosexuales no protegidas y los varones, en esta franja de edad, son hombres que tienen sexo con hombres.
"En Argentina, hablando específicamente de la epidemia en este grupo etario, lo que se ve es que las mujeres suelen estar menos instruidas que los hombres que alcanzan un mayor nivel de conocimiento", sostuvo la doctora Cassetti. No obstante, "el HIV no reconoce diferencias de género, raza, edad, poder adquisitivo o nivel de educación, de modo tal que la preocupación por su prevención también debería ser igual para todos los adolescentes y sobre todo para los padres", agregó.
En el caso de los adultos mayores, hay un problema en esta franja generacional del hombre que es que no quiere usar el preservativo y la mujer, al no estar preocupada por el embarazo, también le resta importancia a su uso. Por otra parte, los hombres, que hoy están más sexualmente activos que antes, suelen considerarse fuera de riesgo por pensar que se trata de un problema de los más jóvenes.
¿Por qué el adulto mayor hoy se infecta con mayor facilidad y por qué el 15% de los infectados hoy, corresponde a personas mayores de 50 años?
Además de las cuestiones vinculadas al no uso del preservativo debemos recordar que "la mujer en la posmenopausia, posee el tejido vaginal mucho más fino, más lábil de manera que la posibilidad de transmisión de hombre a mujer aumenta. Además, la mayoría de las mujeres desconoce la serología de su pareja y muchas mujeres hoy que enviudaron – y hombres también- rehacen su vida con una nueva pareja y lo que menos se piensa es en ese riesgo", expresó Cassetti.
"Por otra parte, los médicos muchas veces, por no considerar la posibilidad de infección en los pacientes de 70 años pierden la oportunidad de recomendarles que se hagan el test HIV y ahí también hay un problema", agregó.
Estamos en un momento fantástico en relación al HIV porque hoy la hemos transformado en una infección crónica y estamos trabajando para que podamos llegar en pocos años a su curación, no a través de una vacuna sino a través de la detección de los positivos y dándoles el tratamiento que corresponde.