5 de diciembre de 2017
Nieta 126: "Esta vez no pudieron, el amor venció al odio"
En una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto presentó a la hija de Edgardo Garnier y de Violeta Graciela Ortonali. Cuando tomó la palabra, la joven expresó su felicidad al saber la verdad sobre su identidad. Escuchá todo lo que dijo.
La nieta recuperada es hija de Edgardo Garnier y de Violeta Graciela Ortonali, quien fue secuestrada embarazada a fines de 1976. La mamá de Garnier contó que su hijo partió desde Entre Ríos a los 16 años y conoció a quien fue su pareja cuando cursaba sus estudios en la ciudad de La Plata.
40 años después, la joven se acercó al área de presentación espontánea de la sede de Abuelas para consultar por su identidad porque alguien de su entorno familiar le había dicho que no era hija biológica de la pareja que la crió. Tras comprobarse todo, las dudas se despejaron y se comprobó que era hija de desaparecidos.
Durante la conferencia de prensa, celebrada en la sede de
Abuelas de Plaza de Mayo
la joven alentó a que todas las personas que tengan dudas sobre su identidad y que hayan nacido en la década del 70 se acerquen a Abuelas.La nieta recuperada 126, hija de Garnier y de Ortonali, quien fue secuestrada embarazada a fines de 1976, aseguró además que “esta vez no pudieron” y que, con la restitución de su identidad, “el amor le ganó al odio”.
En tanto, comentó: “Me enteré que no era hija biológica de mis padres un sábado y el lunes siguiente ya estaba acá para preguntar si era hija de desaparecidos, más que nada por mi fecha de nacimiento”. Recordó que le dieron turno para hacer los análisis en la Conadi y que cuatro meses más tarde la llamaron para decirle que no había habido compatibilidad con el registro.
“Seguí mi vida pensando otra historia, que me habían abandonado, por ejemplo, pero no podía tener certeza, tenía que aprender a vivir con eso. ¿Dónde iba a buscar cuarenta años más tarde?”, aseguró al sentirse confundida tras este resultado.
Recientemente la nieta recibió un nuevo llamado de la entidad. “Me dijeron que había información que me tenían que dar personalmente y ahí sospeché, me puse muy ansiosa y una compañera de trabajo me acompañó”, confió durante la conferencia.
Por último, se mostró “feliz” y “plena”: “Se me completó la vida. La sensación de pasar de pensar que fui abandonada, no deseada, a sentir que fui una persona muy querida, muy deseada, muy buscada, que tengo una familia hermosa y que tengo una abuela, no lo puedo creer!”.
En la misma presentación habló Estela de Carlotto, quién leyó un comunicado en referencia y recordó que "su familia la buscó siempre. Fueron de los primeros en hacer la denuncia en Abuelas”.
En tanto, la presidenta de Abuelas aseguró que Violeta Ortonali fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976, con ocho meses de embarazo. “Edgardo buscó por todos lados a su mujer hasta que el 8 de febrero de 1977 también el fue secuestrado. Su familia continuó la búsqueda y fue una de las primeras en hacer la denuncia, pero nunca hubo ningún dato concreto sobre la pareja ni el niño o niña nacida en cautiverio, hasta ahora”, subrayó Carlotto.
Además habló su abuela
Blanca Díaz de Garnier, expresó su “alegría y gozo” tras conocer la noticia de la restitución de la identidad de su nieta, a quien buscó desde la desaparición de su hijo en febrero de 1977 y de su nuera, dos meses antes.
"No cabemos en nuestra persona de alegría y gozo”, confesó la abuela de la nieta restituída número 126.
En diálogo con radio 10, la abuela, de 86 años, indicó que vive en la ciudad de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, y que si bien aún no tuvo contacto directo con su nieta, una de sus hijas estará en Buenos Aires para comenzar a reconstruir el lazo familiar interrumpido durante 40 años.
"Estuve comunicada con ellos hasta los últimos días, inclusive les había preparado todo un ajuar para la nieta o el nieto por venir, pero desapareció todo", dijo sin dar detalles del momento en que la pareja fue secuestrada.
El pasado lunes por la tarde, Garnier recibió el llamado telefónico de la presidenta de
Abuelas de Plaza de Mayo
, Estela de Carlotto, quien le confirmó el hallazgo de su nieta."Quedé cortada. Cuarenta años de espera y llegó el momento”, describió Garnier que confesó que “cada vez que aparecía un nieto decía: ’a mí nunca me toca’”.