Ajo: el ajo es una fuente considerable de selenio. Este mineral es un poderoso antioxidante que brinda elasticidad al cabello y ayuda a combatir la caspa. Es aconsejable condimentar los alimentos con ajo y consumir frutas con mucha vitamina C, ya que esta favorece la absorción del selenio en el organismo.

Algas: espirulina, chlorella, wakame y otras. Estos superalimentos, cada vez más solicitados en los supermercados, son una fuente inagotable de minerales y vitaminas como la E, conocida popularmente como “la vitamina de la longevidad y la belleza”. Su consumo estimula la producción de queratina y le da brillo y elasticidad al cabello.

Arándanos: éstas frutas están repletas de vitamina C, la que propicia la circulación en el cuero cabelludo y previene que el pelo se deshidrate. Si tu dieta no incluye suficiente vitamina C, las hebras suelen partirse con facilidad. Los cítricos rojos y los anaranjados también son ricos en esta vitamina.

Batata: la batata o camote tiene un alto contenido de vitamina A. Entre otras cosas, esta vitamina favorece la producción de sebo, lo que a su vez propicia que el cuero cabelludo se mantenga hidratado. Si sufres de resequedad capilar quizás deberías pensar en incrementar el consumo de vitamina A.

Cereales integrales: la mayoría de los cereales como la avena, el trigo y algunas semillas como la quínoa, son ricos en vitaminas del complejo B (B1, B6, B12) que previenen la caída del cabello. Es recomendable que quienes ya sufren de una pérdida considerable de pelo, ingieran alimentos ricos en estas vitaminas, presentes también en vegetales y productos lácteos.

Espinaca: la verdura favorita de Popeye es rica en hierro, el cual ayuda a oxigenar y mantener saludables los folículos del cabello. Junto con el beta caroteno, el hierro favorece la circulación de los aceites naturales del cuero cabelludo. Un déficit de este nutriente contribuye significativamente a la pérdida de cabello. 

Huevos: la yema de huevo contiene zinc en abundancia. Este nutriente es esencial para la renovación de las células, lo cual es vital para el crecimiento del pelo. Como si fuera poco, el zinc evita la despigmentación de las hebras, contribuyendo así a retrasar la aparición de las canas. 

Lentejas: el consumo frecuente de esta legumbre contribuye a tener el pelo más sano, ya que las lentejas son ricas en acido fólico, un componente fundamental en el proceso de división celular y oxigenación de los tejidos. El acido fólico promueve el crecimiento del cabello y fortalece los folículos pilosos.

Nueces: son ricas en biotina y también contienen cobre. Está comprobado que la falta de biotina y de cobre puede llevar a la pérdida del cabello. Las almendras y otros frutos secos pueden ser una merienda placentera y saludable a media tarde, o el complemento perfecto para una nutritiva ensalada.

Salmón: éste pescado contiene ácidos grasos que ayudan a que el cabello crezca fuerte y sano, ya que alrededor del 3% del eje del pelo está compuesto por estos ácidos grasos. En particular, el salmón es rico en Omega-3, que contribuye a mejorar la piel del cuero cabelludo.