Por Fernando Vázquez 

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Las autoridades judiciales consideran que el cadáver que el sábado pasado apareció salvajemente carbonizado y con un cable en el cuello, en la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini, en el partido de Ezeiza, sería de un individuo de nacionalidad peruana.

Al respecto, los pesquisas creen que el tremendo asesinato habría sido consumado por una venganza, que tendría vinculación con la venta de drogas, aunque no se descartan otras hipótesis. Los voceros del departamento judicial de Lomas de Zamora revelaron que, en el lugar en el que apareció el cuerpo, los servidores públicos incautaron un documento parcialmente quemado, el cual estaba a nombre Jean Paul Trujillo Torres.

Funcionarios de los tribunales lomenses opinan que la documentación secuestrada, perteneciente a un individuo de nacionalidad peruana, correspondería al fallecido. Los investigadores, a juzgar por el grado de saña de los agresores, opinan que el espantoso hecho estaría relacionado con un acto de venganza, que se estima tendría que ver con la comercialización de sustancias ilegales, aunque no se descartan otras teorías.


Lo hallan peones

Tal como publicamos en exclusiva en nuestra edición de ayer, el macabro hallazgo del cuerpo calcinado se produjo en un terreno situado en el cruce de Caminito y Gibraltar, a unos 100 metros del denominado arroyo Del Gato, en el citado distrito, cuando un grupo de peones, que desarrollaba tareas en la humilde zona, observó los restos carbonizados del sujeto y por tal motivo avisó urgentemente de la terrible situación a los integrantes de la comisaría de Carlos Spegazzini (3ª de Ezeiza).

De inmediato, los pesquisas policiales destinados en dicha seccional arribaron al mencionado lugar, en el sur del conurbano provincial, oportunidad en la que localizaron el cuerpo sin vida y carbonizado del individuo, que, a su vez, tenía un pedazo de cable, que se lo habían amarrado en la región del cuello.