Por María Helena Ripetta

Eva Analía de Jesús, a quien todos conocen como Higui (porque es arquera de fútbol femenino y es experta en la atajada escorpión a lo René Higuita) está presa desde el 16 de octubre de 2016, en el Destacamento de Villa Maipú (San Martín), tras la muerte de Cristian Rubén Espósito.

Discriminada
Todo sucedió en Mariló, los mismos hombres que le tiran piedras, le gritan “tortillera”, le roban la bicicleta, le dañan la casa, la atacaron, según ella relató. 
Su mayor miedo era el abuso, llevaba una cuchilla en su corpiño, con la que atacó al hombre que estaba arriba de ella y le corría el boxer diciéndole: “Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana”. Mientras los otros la golpeaban, ella le dio una puñalada, creyó que lo había herido, luego supo por el fiscal que estaba muerto.

“En la provincia de Buenos Aires no se acepta que se lleve una cuchilla para defenderse. Hay que producir cambios en la jurisprudencia. La defensa propia, que tan rápidamente le dieron al cirujano, al carnicero, porque su domicilio había sido violentado; pero no se dice lo mismo cuando nuestro cuerpo es violentado, ‘mataste porque simplemente te quiso violar’”, ironiza la defensora de Higui, la abogada Raquel Hermida Leyenda.

“Hay que cambiar la jurisprudencia”, le agrega a Crónica Hermida, quien está en la defensa desde el 7 de enero, cuando la conoció a Higui en un estado “confusional” de estrés postraumático, además la causa contaba con muy pocas fojas y aún no se perició el boxer y el pantalón de Higui, para determinar si había o no semen, lo que avalaría su indagatoria, en la que afirmó que la quisieron violar.

“En el barrio las molestaban tanto a ella como a una de sus hermanas, que es transexual, por la elección sexual que eligieron. Ella llegó muy golpeada a la comisaría. Según lo que ella cuenta, era un hombre que intentaba violarla, y por cómo la golpeaban calcula que eran otros dos, pero por los golpes no podía ver”, dice Hermida, que denuncia que se encontró con una causa en la que se había hecho poco y nada.”

Higui cometió el delito de ser pobre, después de ser mujer y decir que no al elemento masculino. 

Fue abusada
"Ella tenía una cuchilla vieja, que usaba para su trabajo, es jardinera, pero que la tenía porque había tenido otros episodios de agresión, su mayor miedo es el abuso. Tuvo un abuso intrafamiliar”, dice Hermida, que por cómo se encontró la causa, sólo puede pedir la morigeración de la prisión preventiva hasta el juicio y ya reclamó que se le realice la pericia psicológica, donde además podrán verse las cicatrices que dejó en su vida el abuso que sufrió de chica.

Higui no está sola, además de su familia y de su abogada luchan por su libertad y la absolución distintas organizaciones agrupadas en Mesa de Trabajo Justicia por Higui Eva Analía de Jesús (provincia de Buenos Aires) y Asamblea Lésbica Permanente (Capital).