Fue una explosión cuando debutó. Se volvió goleador prontamente. Emigró por peso específico y decidió volver cuando River atravesó su hora más crítica. Cuando todavía en el Monumental volaban palos, desde Brasil, Fernando Cavenaghi le anunciaba a River que volvería al club. Lo llevó a Primera y se tuvo que ir, enemistado con Daniel Passarella y con Matías Almeyda. 

Luego, volvió con Rodolfo Donofrio y con Ramón Díaz. Salió campeón de Primera y parecía que había cerrado el círculo, pero todavía quedaba mucho más. Llegó Marcelo Gallardo y Cavenaghi, quizás en un lugar menos estelar de protagonismo, se dio el inmenso gusto de jugar el último partido en River levantando la Copa Libertadores 2015.

Llegó desde OBrien, con el bolso lleno de ilusiones, reventó redes en River (112 goles en 212 partidos oficiales) y ganó 9 títulos en el club (Clausura 2002, 2003 y 2004, B Nacional 2012, Torneo Final 2014, Copa Campeonato 2014, Copa Sudamericana 2014, Recopa Sudamericana 2015, Copa Libertadores 2015).

Se convirtió en goleador, luego en héroe y se retiró como ídolo. Día de mucha nostalgia y agradecimiento para los hinchas del Millo, se retira el último gran ídolo, el Torito de OBrien, el Cavegol.