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Las autoridades de Bolivia detuvieron a Gustavo Vargas, el gerente general de la compañía LaMia, en la que viajaba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense que se estrelló la semana pasada en el departamento colombiano de Antioquia, dejando 71 muertos y seis heridos.

La Fiscalía confiscó documentos y ordenadores dentro de su investigación sobre la responsabilidad de la empresa.

Los funcionarios ordenaron las detenciones tras haber estado varias horas revisando la documentación y las computadoras de la compañía, material que fue confiscado y trasladado en dos camionetas a la sede de la Fiscalía cruceña.

Las capturas se producen en la víspera de una reunión en Santa Cruz de fiscales de Bolivia, Brasil y Colombia que investigan la tragedia del accidente de LaMia, en el que murió casi todo el plantel del equipo brasileño Chapecoense al estrellarse el avión de la aerolínea el pasado 28 de noviembre cerca de Medellín.

Uno de los fiscales de la comisión de investigación del accidente, Iván Quintanilla, confirmó que Vargas fue detenido y trasladado a las oficinas del Ministerio Público, ubicadas en Santa Cruz, junto a dos empleados de la compañía.

Quintanilla ha informado de que la investigación se ampliará al copropietario de la empresa, Marco Rocha, tal y como recoge la agencia boliviana de noticias ABI.

El fiscal general de Bolivia, Ramiro Guerrero, dijo que la investigación en su país sobre el accidente del avión de LaMia está abierta en principio por un delito de incumplimiento de deberes, pero que "seguramente puede llegarse hasta un delito de homicidio culposo" contra los responsables.

El otro titular de la compañía, Miguel Quiroga, era el piloto que volaba el martes y que, además de estar acusado de no haber previsto el abastecimiento de combustible necesario para el viaje, tenía un procedimiento judicial abierto con la Fuerxa Aárea Boliviana (FAB), de la que salió de forma irregular.