INTERNACIONALES
7 de agosto de 2014
Increíble: el capitán del Costa Concordia disertó sobre cómo manejar situaciones de pánico
El ex comandante Francesco Schettino, quien abandonó a los pasajeros en el naufragio de enero de 2012, dio cátedra en un máster de Criminología de la Facultad de Medicina de la Universidad La Sapienza de Roma
Durante su charla universitaria, Schettino reconstruyó la tragedia ocurrida la noche del 13 de enero de 2012 frente a la isla del Giglio que les costó la vida a 32 personas.
El capitán contó a los estudiantes universitarios anécdotas surgidas de su experiencia de comandante de naves y habló especialmente sobre el manejo de situaciones de pánico y de crisis. Hasta fue distinguido por el ateneo con un diploma.
"Fui invitado como experto e ilustré la gestión del control del pánico. Sé cómo hay que comportarse en esos casos, cómo hay que reaccionar cuando hay una tripulación de diversas etnias", explicó Schettino.
Su participación desató la polémica. "Es un hecho desconcertante", clamó la ministra de Educación, Stefania Giannini, a quien algunos parlamentarios le pidieron explicaciones y la anulación del máster.
Mientras la fiscalía de Roma decidió investigar el asunto, el rector de la famosa universidad romana, Luigi Frati, se despegó del escándalo. "La participación de Schettino es una iniciativa autónoma e indigna tomada por un docente. La libertad académica no puede ser irresponsable", clamó Frati, que sancionó al profesor al que se le ocurrió invitar a Schettino.
Cabe recordar que Schettino fue indagado por homicidio múltiple y abandono de nave durante la evacuación de los más de 4200 pasajeros del barco, había acercado el crucero peligrosamente a la costa para ejecutar una maniobra de saludo. Pero la nave chocó con una roca y se hundió parcialmente según informa el diario La Nación.
Su "aparición académica" coincidió con el hallazgo de un cráneo de la última víctima del naufragio cuyo cuerpo no se había recuperado entre las ruinas del Costa Concordia y que lo que quedaba del barco llegó hace unos días al puerto de Génova para ser desguazado, tras estar varado 900 días en el lugar de la tragedia.