Al menos 30 civiles, entre ellos varios niños, murieron a manos del grupo Estado Islámico (EI) en la madrugada del miércoles en Ghor, en el centro de Afganistán, según el gobernador de la provincia.


"Dáesh mató a alrededor de 30 civiles, entre ellos varios niños, que había tomado como rehenes”, declaró a la AFP el gobernador Nazir Jazeh, quien precisó que se trata de “lugareños, en su mayoría pastores”.


Esta matanza se produjo en represalia por la muerte de un comandante del EI, grupo al que el gobernador se refiere con el término de Dáesh, su acrónimo en árabe.

"Las fuerzas de seguridad con la ayuda de los habitantes del lugar llevaron a cabo ayer una operación en la que murió un comandante del EI llamado Faruk. En represalia, los combatientes de Dáesh secuestraron a una treintena de lugareños, en su mayoría pastores. Esta mañana varias personas de la región encontraron sus cuerpos”, contó.


Según un portavoz provincial, Abdul Hai Jatebi, los cadáveres estaban acribillados a balazos.


Desde 2015, las fuerzas afganas combaten al EI en las provincias del este de Afganistán.


En los últimos meses, el grupo reivindicó dos ataques espectaculares, pero es la primera vez que se le atribuye una operación en el centro del país, a medio camino entre Kabul y la gran ciudad de Herat (oeste).