2 de marzo de 2016
Le quisieron robar el bolso, se resistió y le pegaron un tiro
Una estudiante fue abordada por dos motoarrebatadores en Rivadavia al 1.400 Después de recibir el disparo, se arrastró hasta la esquina y allí esperó sentada en un escalón la llegada de la ambulancia
Fabiana de los Ángeles Gutiérrez, una estudiante de 24 años oriunda de Concepción, caminaba ayer por Rivadavia al 1.400, a sólo unas cuadras de su domicilio, cuando fue abordada por dos motoarrebatadores que la amenazaron con un arma de fuego. Según creen los vecinos que escucharon gritos y tiros, la víctima intentó evitar el robo y uno de los delincuentes le disparó en la pierna.
“Ella siempre camina hacia la esquina de Rivadavia y Perú a tomar el colectivo. Sangraba mucho, pero se la llevaron consciente hasta el hospital”, contó un vecino, que pidió que su nombre no fuera publicado. “Hace unos años defendí a un taxista al que estaban asaltando y después tuve problemas”, explicó a LA GACETA.
El hecho ocurrió alrededor de las 15.30. Minutos después llegó el llamado de un vecino dando alerta al 911. El móvil más cercano, conducido por el agente Miguel Ruiz con el acompañamiento del cabo Sergio Chávez, estaba en ese momento en 25 de Mayo y Paraguay, aprehendiendo a un hombre que le había robado 200 pesos a una mujer en la zona.
Cuando los efectivos llegaron, encontraron a la joven sentada en un escalón de una casa de la esquina de Rivadavia y Perú. Ella les contó que se arrastró unos 30 metros luego de ser alcanzada por el tiro y que el delincuente que portaba el arma le había disparado tres veces pero sólo le había pegado una vez, en la pierna. El rastro de sangre que dejó la joven se borró luego con la lluvia. Allí en la zona se sumó el oficial Mario Carrizo, pero no pudieron encontrar a los agresores.
Los policías dieron aviso a una ambulancia que llevó a Gutiérrez al Centro de Salud, donde se constató que la herida no era de gravedad. Una hora después de haber ingresado a la guardia, le dieron el alta. Ella no regresó a la zona, sino que partió con sus familiares hacia Concepción.
Según lo que pudieron saber los efectivos a través de testigos, los delincuentes se movilizaban en una motocicleta de baja cilindrada. Creen que se trataba de una Honda Wave.
El terror de los vecinos
El de Gutiérrez no es el único caso en que dos motochorros amenazan con armas a la gente que espera o se baja del colectivo. Lo que todavía no logran saber en la zona es si siempre es la misma pareja de delincuentes o si son varios que utilizan la misma modalidad.
“Esto es tierra de nadie. Mi hija Rocío volvía de trabajar el 26 de enero. Cuando bajó del colectivo, una moto se metió en contramano. El de atrás la encañonó y le gatilló para que tuviera miedo. Ese mismo día fuimos a la comisaría 5° a hacer la denuncia y había una persona a la que le habían robado el auto dos individuos en moto. Los que le robaron a mi hija tendrían entre 18 y 20 años, no más que eso. Creemos que andan merodeando por la zona. En la esquina siempre hay gente drogándose. No hay prevención. Siempre se actúa cuando el delito ya pasó”, cuenta Carlos Paz, dueño de un negocio de Rivadavia al 1.500.
En esa misma cuadra vive una pareja que, tras abrir la reja y luego la pesada puerta, contó que a su hijo de 28 años le había ocurrido algo parecido.
“Él salió a las 8 de la mañana y llegó a la parada de Rivadavia y Paraguay. Cometió el error de tener puestos los auriculares. Cuando el colectivo ya estaba llegando una moto lo pasó y llegó antes a la parada. El de atrás le puso un arma en el pecho a mi hijo y le sacó el celular y el bolso”, contó la madre.
Luego agregó: “aquí la policía no existe. Nunca vi uno en la cuadra. Nosotros cuando hacemos una reunión tenemos que estar pendientes de si no nos roban nada afuera”.
El padre del hombre robado, por su parte, al salir a la vereda vio que en la puerta de su casa estaba una vecina. “¿No te quisieron robar a vos?, le preguntó. “Sí, hace algunas semanas”, contestó ella.
En la misma cuadra también hay otro padre preocupado. “Mi hijo hace dos semanas esperaba el colectivo en Rivadavia y Perú, a las 15. Se acercaron dos en moto, uno se bajó con un arma, le apuntó, le sacó el dinero y el celular. Debe haber tenido 16 años el que lo amenazó”, contó, bajo reserva de identidad por miedo a represalias.
Todos los consultados coincidieron en que es necesaria más presencia policial en la zona para evitar este tipo de situaciones. El robo contra la joven se perpetró a pocas cuadras donde fue asesinado Iván Senneke. El 10 de noviembre de 2011, dos delincuentes abordaron a Iván en la esquina de Rivadavia y Delfín Gallo para robarle la mochila y lo mataron.