10 de diciembre de 2024
Viajar a costa del clima: el turismo mundial y sus efectos sobre el medio ambiente
El sector turístico contribuye al 8% de las emisiones globales, impulsado por el incremento de los viajes internacionales y privados, según expertos en cambio climático
En los 20 países con mayores emisiones derivadas del turismo, este sector ha crecido hasta un 5% anual, lo que implica un aumento considerable en el consumo de energía para satisfacer la demanda de los visitantes.
Las modalidades de transporte son un factor clave en este aumento, en particular los viajes aéreos y terrestres, debido a su alta intensidad de carbono. Además, los avances tecnológicos en eficiencia energética no han logrado contrarrestar el incremento en el número de viajeros, lo que agrava aún más las emisiones, indicó el informe.
El turismo mundial experimentó un descenso sin precedentes durante la pandemia de COVID-19, con una caída del 60% en los viajes, lo que llevó a una disminución temporal en las emisiones. Sin embargo, esta tendencia se revirtió drásticamente cuando la emergencia sanitaria comenzó a ceder.El rápido retorno a los patrones de viaje previos ha puesto de relieve la compleja relación entre el deseo de las personas por explorar el mundo y los compromisos globales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. “Descubrimos que esto es algo que realmente necesita mucha atención, porque las personas simplemente disfrutan viajar”, comentó Sun a ABC News.
Un aspecto especialmente preocupante es el aumento de las emisiones de la aviación privada, según un estudio publicado recientemente en la revista Communications Earth & Environment. Entre 2019 y 2023, las emisiones anuales de CO2 generadas por los vuelos privados aumentaron un 46%, como resultado del uso de jets privados en eventos internacionales y actividades de lujo.Eventos globales como la conferencia climática de las Naciones Unidas COP28 en Dubái y la Copa Mundial de Fútbol 2022 en los Emiratos Árabes Unidos ilustraron el impacto de este fenómeno. El primero estuvo asociado con 644 vuelos privados que emitieron 4.800 toneladas métricas de dióxido de carbono, mientras que el segundo produjo un estimado de 14.700 toneladas métricas derivadas de 1.846 vuelos privados.
Aunque la aviación privada solo representa el 7,9% de las emisiones totales del sector aéreo, su contribución desproporcionada por pasajero destaca la necesidad de regulaciones más estrictas y una mejor supervisión de este segmento del mercado.Un estudio previo liderado por Sun en 2018 estimó que el turismo contribuía al 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Según la autora, esa cifra probablemente ha crecido significativamente en los últimos años debido a la falta de avances concretos en la descarbonización del sector.“El sector no ha hecho mucho progreso en términos de descarbonizarse”, enfatizó Sun. La situación es particularmente preocupante dado que el turismo es una de las industrias económicas más grandes del mundo, con un valor estimado en 10 billones de dólares en 2023, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).El estudio subrayó la importancia de implementar medidas políticas efectivas para alinear las actividades turísticas con los objetivos globales de reducción de emisiones. Entre las recomendaciones destaca la necesidad de que los países comiencen a monitorear las emisiones del turismo a nivel nacional, una práctica que hasta ahora solo han adoptado Nueva Zelanda y Dinamarca.
“Esto es algo que necesita mucha atención, porque las personas simplemente disfrutan viajar”, reiteró Sun, subrayando la importancia de equilibrar la satisfacción de las demandas turísticas con la necesidad de proteger el medio ambiente.Los expertos advierten que sin un cambio sustancial en las políticas y la tecnología, el sector turístico seguirá contribuyendo de manera significativa al calentamiento global, dificultando el cumplimiento de los objetivos climáticos establecidos en acuerdos internacionales como el Acuerdo de París.