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17 de septiembre de 2024

Más de 3.000 sustancias químicas procedentes de envases alimentarios se han infiltrado en nuestro organismo

La investigación indicó que estas sustancias fueron encontradas en muestras de sangre, pelo y leche materna de los participantes del estudio

>Envoltorio retráctil sellado alrededor de un trozo de carne cruda. Envases de comida para llevar llenos de sobras de restaurante. Botellas de plástico llenas de refrescos.

Investigadores suizos y de otros países descubrieron que de las aproximadamente 14.000 sustancias químicas conocidas en los envases alimentarios, 3.601 -es decir, alrededor del 25%- se han encontrado en el cuerpo humano, ya sea en muestras de sangre, pelo o leche materna.

Entre esas sustancias químicas figuran metales, compuestos orgánicos volátiles, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), ftalatos y muchas otras conocidas por alterar el sistema endocrino y provocar cáncer u otras enfermedades.

El estudio, publicado en la revista Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology, no examinaba directamente la relación con estas enfermedades. Pero los investigadores afirman que su inventario de sustancias químicas puede ayudar a futuras investigaciones sobre los riesgos para la salud.

Los científicos saben desde hace muchos años que las sustancias químicas de los envases alimentarios pueden derramarse en los propios alimentos. Cuántas sustancias químicas -y en qué cantidades- depende del tipo de envase y del tipo de alimento.

Las altas temperaturas pueden hacer que las sustancias químicas se filtren más rápidamente en los alimentos, por lo que los científicos recomiendan evitar el microondas en los envases de comida para llevar.

Muncke recuerda un vuelo reciente en el que le dieron un envase diminuto de aliño para ensalada. “Servían la ensalada con una botellita de plástico de 15 mililitros con aceite de oliva y vinagre que se podía echar por encima”, explica. “Pensé: ‘Bueno, yo no voy a hacer eso’”.

Para llevar a cabo su análisis, los científicos hicieron un inventario de las sustancias químicas que se sabe que están en los envases de alimentos o en los equipos de procesamiento de alimentos, y luego buscaron en las bases de datos mundiales de tejidos pruebas de que esas sustancias químicas se habían encontrado en el cuerpo humano.

La mayoría de las sustancias químicas que se filtran de los envases alimentarios proceden de los plásticos, pero no todos. “Probablemente, los peores son el papel y el cartón reciclados”, afirma Muncke. “Y sé que es difícil de digerir”. El reciclado de papel, cartón o plástico para envasar alimentos hace que las tintas no alimentarias se mezclen junto a los alimentos, explicó, lo que aumenta los riesgos químicos.

En una declaración en respuesta al estudio, Erich Shea, portavoz del American Chemistry Council, un grupo de comercio químico, señaló que sus miembros realizan exhaustivos análisis científicos para verificar la seguridad de sus materiales. “El informe hace referencia a amplias categorías de productos químicos, cada uno con usos y perfiles únicos, por lo que resulta problemático agruparlos a todos”, añadió.

(c) The Washington Post

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