15 de noviembre de 2022
Teresa Laborde pidió el fin de las domiciliarias para los represores imputados
La mujer nacida mientras su madre estaba en cautiverio participó de una inspección ocular en el Pozo de Banfield ordenada por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata y solicitó también que se investigue los nombres de los oficiales que trabajaban en el lugar.
Teresa Laborde, cuya madre, Adriana Calvo, atada y con los ojos vendados, la dio a luz en el patrullero que la trasladaba al Pozo de Banfield, recorrió este martes los calabozos y la "maternidad" que funcionaba allí y reclamó a los jueces que "hagan historia" y revoquen las prisiones domiciliarias de los represores imputados.
También pidió que "vayan a buscar a los oficiales que trabajaban en estos centros clandestinos, la lista con nombres y apellidos la tienen".
"Hay un milico y medio, en promedio, imputado por cada centro clandestino, y en este centro hubo muchos detenidos, no me vengan a decir que se mantenía con un milico y medio", ironizó Teresa Laborde en declaraciones a Télam, con todas las emociones a flor de piel tras participar de una inspección ocular en el Pozo de Banfield ordenada por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.
Contó que "ya había estado en ese lugar hace mucho, en un acto que se hizo en el patio; y en otra oportunidad estuve en la maternidad, ese sector de cocina donde obligaron a mi mamá a limpiar desnuda la suciedad del parto".
"Esta vez pudimos ir al sótano del Pozo de Banfield, donde Pablo Díaz contó todo lo que les hicieron a los chicos y chicas (de La Noche de los Lápices), cómo los oficiales drogaban y violaban a los jóvenes. Y hay un listado de los oficiales, pero nadie los fue a buscar", aseguró.
Remarcó indignada que esos oficiales "eran jóvenes y siguieron ejerciendo. Se tiene su nombre y apellido pero nadie los fue a buscar. No hay voluntad de investigar".
Relató que al recorrer ese sótano y escuchar a Pablo Díaz recordar otra vez lo padecido por los jóvenes, "después de oír tanta aberración se pidió a los jueces que revoquen la prisión domiciliaria (que tienen 14 de los 15) represores imputados".
"(Juan) Wolk, el jefe del Pozo de Banfield está sentado en su casa en los bosques Peralta Ramos; Jorge Bergés también está en su casa, como si nada; sin que nadie los presione siquiera para que digan lo que saben", afirmó Teresa, "la que nació presa", como solían decirle las compañeras de cautiverio de su madre.
Laborde consideró que para los jueces "es momento de hacer historia" y revocar todas esas domiciliarias.
"Son viejitos, pero no gagá. De gagá no tienen nada y muchos salen, juegan al golf, van a cumpleaños de 15, mientras nosotros seguimos buscando a los bebes, que ya no son bebés y nacieron cautivos en el Pozo de Banfield", precisó.
Teresa realizó la inspección ocular junto a varios sobrevivientes de ese excentro clandestino y varias mujeres nacidas allí, como Victoria Moyano, que "no tuvo mi suerte que tuve yo de salir de allí junto a mi mamá".
"Todo esto es algo que proceso y procesaré toda mi vida. Ya van 45 años y nadie fue a zamarrear a los (oficiales) del listado. Hubo 600 centros clandestinos durante la dictadura y hay milico y medio imputado. No fueron a buscar a los empresarios que bancaron la dictadura, no fueron a buscar a los curas que visitaban estos centros. Hay mucha gente impune caminando entre nosotros", concluyó con bronca.
El TOF 1, presidido por Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en los centros Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura Jaime Smart; al exmédico policial Jorge Antonio Bergés y a Federico Minicucci, Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu, Ricardo Fernández, Carlos Fontana, Emilio Herrero Anzorena, Carlos Hidalgo Garzón, Antonio Simón, Enrique Barré, Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
De todos estos represores, solo Di Pasquale está detenido en cárcel común; el resto tiene domiciliaria.
Foto: Julián Álvarez.