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10 de agosto de 2022

Nueva ofensiva contra Castillo: allanamiento y acusación por "traición a la patria"

Por Gonzalo Ruiz Tovar 10-08-2022 | 15:46

Pedro Castillo enfrenta otra oleada de ataques políticos. Foto: TW @PedroCastilloTe


Un inédito allanamiento a Palacio de Gobierno y un nuevo intento en el Congreso para sacarlo del cargo por "traición a la patria" en las últimas horas complicaron aún más la situación del presidente de Perú, Pedro Castillo, a quien la oposición busca desalojar del cargo.

"Palacio y la casa presidencial han sido violentados con un allanamiento ilegal avalado por un juez, coincidentemente cuando se está solicitando mi inhabilitación por cinco años para arrebatarle al pueblo peruano su legítimo Gobierno", dijo Castillo en un mensaje al país, tras la operación en que se pretendía capturar a su cuñada Yénifer Paredes.


El presidente calificó la operación como "show mediático", fruto de "una confabulación entre una parte del Congreso, la Fiscalía de la Nación y un sector de la prensa" para "desestabilizar el orden democrático", y la emparejó con otras acciones en su contra, como la pretensión de algunos congresistas de suspenderlo del cargo por supuestamente haber planteado una entrega de salida al mar para Bolivia.

Allanamiento en el Palacio de Gobierno


La noche del martes, en una acción sin antecedentes en la historia de Perú, un equipo de la Fiscalía irrumpió en Palacio para buscar a Paredes, a quien se acusa de integrar una "organización criminal" para enriquecerse mediante la adjudicación de obras.

La administradora de 26 años, que reconoce a Castillo y a su hermana y primera dama, Lilia Paredes, como "padres putativos", no fue encontrada y se ignora su paradero. Según versiones de prensa, la operación se hizo en Palacio porque había informes de que estaba allí.

Para la Fiscalía, la cuñada del jefe de Estado coludió, entre otros, con el alcalde del distrito de Anguía, Nenil Medina, en cuya jurisdicción se proyectaron las obras, y los ingenieros Hugo y Angie Espino, de la empresa beneficiada. Los tres fueron detenidos el martes en distintas operaciones y permanecerán al menos 15 días en detención preliminar.

En el mensaje de reacción, Castillo instó a "las fuerzas democráticas" a resistir lo que según él son intentos para desalojar del poder a un gobernante que no es del agrado de las élites. "(Los adversarios) podrán tener medios (de prensa) y dinero, pero no tienen al pueblo", aseguró.

El abogado del presidente, Benji Espinoza, calificó al allanamiento de "insólito" e "ilegal" y aseguró que en el documento de 30 hojas que le fue entregado como respaldo judicial "no había ni una sílaba" que lo justificara.

Los embates contra el mandato de Castillo


Castillo, quien desde que asumió el Gobierno hace un año ha enfrentado acciones de la oposición para desalojarlo de la presidencia, vivió el allanamiento, que incluyó requisas en la parte de Palacio en que están sus aposentos, poco después de que en el Congreso se oficializara la entrega de un informe que plantea suspenderlo por cinco años de funciones públicas por el caso de Bolivia.

El informe, firmado por un congresista de centroderecha, Wilson Soto, y dos de derecha radical, Norma Yarrow y José Cueto, se refiere a una entrevista concedida en enero a CNN, en la que Castillo, en lugar de rechazar de forma tajante cualquier posibilidad de darle territorio al país vecino, abrió, según sus detractores, una ventana en esa vía.

"Nos pondremos de acuerdo. Lo consultaremos al pueblo. Yo tengo que gobernar en sintonía con el pueblo. ¿Y si no están de acuerdo? Yo me debo al pueblo, jamás haría cosas que el pueblo no quiere", dijo el mandatario en esa ocasión.

El tema estaba prácticamente olvidado, pero fue resucitado por Soto, Yarrow y Cueto para pedir la suspensión, que se obtendría con los votos de la mitad más de uno de los 130 congresistas, es decir, 66.

Para la abogada y periodista Rosa María Palacios, crítica del Gobierno, esa cifra se puede conseguir, pero no hay sustento jurídico porque no hay dolo.

En eso coincide Espinoza, para quien el informe "tiene muchas hojas, pero ningún argumento jurídico serio". "Su destino debe ser el archivo. Ahí descansan los malabares jurídicos", apuntó.

Lo de la "traición a la patria" es una especie de plan C de la oposición para sacar a Castillo. El A consiste en obtener 87 votos en el Congreso para vacarlo (destituirlo) por "incapacidad moral" y el B es esperar que un juez lo suspenda.

Para el "plan A" las cosas están complicadas para los parlamentarios de la oposición radical. Una de ellos, María del Carmen Alva, presidenta del Congreso hasta el mes pasado, admitió que con los respaldos que mantiene el presidente solo se podría llegar como máximo a 82 votos.

Lo de la "traición a la patria" es una especie de plan C de la oposición para sacar a Castillo. El A consiste en obtener 87 votos en el Congreso para vacarlo (destituirlo) por "incapacidad moral" y el B es esperar que un juez lo suspenda.


Las cuatro bancadas en que se dividió el oficialismo mantienen en ese aspecto fidelidad a Castillo, a lo que se suman cinco legisladores del aliado de izquierda Cambio Democrático para formar un bloque de 42 contra la vacancia. Algunos parlamentarios de otras bancadas de centroderecha tampoco respaldarían la salida.

En cuanto a la suspensión por parte de un juez, derivada de las cinco investigaciones fiscales por presunta corrupción que se llevan adelante contra el presidente, Espinoza y expertos independientes creen que no prosperará porque no hay la figura de traición a la patria, única válida.

Sin embargo, hay quienes creen que eso podría cambiar si se considera que le mandatario usa el cargo para impedir las acciones judiciales y fiscales en su contra.

Una cuarta fórmula, que se maneja en la sociedad civil, es que el Gobierno y la oposición se pongan de acuerdo para anticipar para el año entrante las elecciones generales de 2026.

De hecho, esa es también la solución favorita para 65% de la ciudadanía, según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos publicada esta semana.

Pero el deseo confeso de la oposición parlamentaria es que Castillo se vaya y el Congreso siga en funciones, posibilidad que según el mismo sondeo solo es apoyada por un 2%. Eso se explica en que la popularidad del Gobierno solo llega a 24%, pero la del Congreso es aún más baja: 10%.

En ese marco, anuncios como el que formulara tras el allanamiento el legislador de derecha Carlos Anderson, en el sentido de que Castillo "tiene las horas contadas", podrían resultar muy relativos, al margen de que pocos analistas se atrevan a vaticinar que todo llegará hasta 2026.

Castillo, elegido por el partido de izquierda Perú Libre, al que renunció, ha estado asediado en especial por tres partidos de derecha "dura" -Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País-, que trabajan desde el primer día en su posible destitución.

A eso ha ayudado, según consideran incluso dirigentes de izquierda, los varios "errores no forzados" del Gobierno, que incluyen falta de liderazgo, nombramientos desacertados y maniobras oscuras de funcionarios o allegados.
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