La lectura del cronograma de indicadores de diciembre 2014 que publica en su página web el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) muestra una nueva sorpresa desagradable en lo que respecta a la claridad de los datos que brinda ese instituto. La novedad es que sus autoridades han decidido que a las 16 horas del próximo lunes 29 de diciembre se den a conocer conjuntamente nueve indicadores económicos que por lo general se difunden a lo largo del mes, desde el 20 en adelante. Pero esta vez será distinto y se difundirán todos el último día laborable del año para la administración pública. Así figura en la información actualizada recientemente del cronograma de indicadores en su página web http://www.indec.mecon.ar.

Entre estos se distinguen el Estimador Mensual Industrial (EMI), la Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria, la Encuesta de Centros de Compras, la Encuesta de Supermercados y las Estadísticas de Servicios Públicos correspondientes a noviembre. También se difundirán ese mismo día el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) y el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) de octubre. A esto se suman indicadores trimestrales como las Estimaciones del Balance de Pagos, la Encuesta Permanente de Hogares con la evolución de la distribución del ingreso, el Informe de Avance de Nivel de Actividad -todos correspondientes al tercer trimestre 2014- y las Estadísticas de Productos Industriales (EPI).

La difusión de estos indicadores el último día laborable del año no es buena a la hora de analizar la transparencia del INDEC, que pregonan las nuevas autoridades del instituto que depende directamente del ministro de Economía Axel Kicillof, quien, a su vez, ha dejado la responsabilidad del manejo del mismo a su viceministro Emanuel Álvarez Agis. Éste, en su condición de secretario de Programación Económica maneja el INDEC desde una oficina que funciona en el Palacio de Hacienda, es el que da las órdenes al actual director Norberto Itzcovich, de acuerdo a lo que pudo saber Infobae. A estas anormalidades estadísticas se deben sumar este año que no se difunda un empalme entre la vieja serie de Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la nueva del IPC Nacional Urbano (IPCNu), la modificación a última hora de los datos del PBI de 2013 para evitar pagar este año unos u$s3.600 millones por el valor del Cupón PBI -atado al crecimiento económico- y otras irregularidades más en datos referidos al comercio exterior.

Un año sin datos de pobreza e indigencia

Álvarez Agis, un economista perteneciente a "La Cámpora", fue el funcionario que decidió no publicar los indicadores de pobreza e indigencia correspondiente al segundo semestre de 2013 que tenía previsto difundir el 23 de abril de este año y que el INDEC dejó de dar a conocer desde hace un año cuando se publicaban de forma mensual. Ese mismo día, el anuncio de la difusión del dato fue sacado del cronograma del ente estadístico. Todo esto fue realizado sin la sombra del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, quien intervino el INDEC en enero de 2007.

Lo concreto es que ni desde el Palacio de Hacienda ni desde el INDEC se ha explicado hasta el presente cuáles son las razones por las que el instituto no publica estas estadísticas que son determinantes para establecer cuántos pobres y cuántos indigentes hay en la Argentina.

La desaparición de estos datos del cronograma de publicación, que por el momento tampoco figuran en el calendario anticipado del 2015, muestra la escasa voluntad de las autoridades del Ministerio de Economía de blanquear esa cifras. Hay que recordar que desde enero pasado el INDEC dejó de dar los valores mensuales de la canasta básica alimentaria (CBA) y de la canasta básica total (CBT) que se utilizaban para calcular los niveles de indigencia y pobreza, respectivamente, tanto de hogares como de personas. En este aspecto hay que destacar que el último dato difundido muestra que en el primer semestre del año pasado, la pobreza, para el Gobierno, se ubicaba en el 4,7%, en tanto que para la Universidad Católica Argentina, la medición llegaba al 25 por ciento.