Veinticinco años después de la caída del Muro de Berlín, un acontecimiento que cambió la fisionomía de Europa y del mundo, el Papa Francisco hará una visita relámpago a Estrasburgo, la ciudad que es sede de importantes instituciones europeas. Pero no por breve será esta visita menos trascendente.

En 4 horas –llegará a las 10 y partirá a las 14hs- pronunciará dos discursos: uno, en el Parlamento Europeo, frente a los diputados ya los representantes del Consejo y de la Comunidad Europea; el segundo, frente al Consejo de Europa, organización compuesta por los 47 Estados, incluyendo Rusia, y en la cual la Santa Sede tiene el estatus de observador permanente.

"Recibiremos a una personalidad que en este momento histórico es una referencia, una brújula"

¿Podrá el Papa ayudar a Europa a salir de su crisis, una crisis que no es sólo ni en primer lugar económica, sino política e incluso espiritual; una crisis de proyecto?

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, promotor de esta visita, dijo: "Vamos a recibir en el Parlamento a la personalidad que, en este momento histórico, es probablemente una referencia, un brújula, no sólo para los católicos, sino para muchos otros, en una época en la cual muchos están desorientados, ya que el mundo marcha a una velocidad dramática, a veces en direcciones muy riesgosas. En este contexto, el Papa es alguien que alienta a las personas por su rectitud".

El corresponsal del diario católico francés La Croix en El Vaticano, Sébastien Maillard, enumeró los temas que cree abordará el Papa en sus discursos y también se refirió a las expectativas que despierta el viaje:

¿Cuál cree que será el contenido del discurso de Francisco ante los representantes europeos?

No lo sabemos pero podemos esperar que se refiera a los temas que son importantes para él y de los que ya ha hablado en varias ocasiones. Los inmigrantes, el recibimiento a los inmigrantes, recordemos que estuvo en Lampedusa, y Lampedusa es la entrada de Europa. Hablará de la importancia de saber aceptar las diferencias. Además, en septiembre, su primer viaje europeo fuera de Italia, fue a Albania, que es la periferia europea, un pequeño país de los Balcanes, muy pobre, con una población mayormente musulmana, fue interesante que comenzara su viaje por allí para enviar un mensaje a toda Europa.

"Los miembros del Parlamento esperan del Papa palabras de apoyo, de aliento a la construcción europea, que atraviesa un momento difícil"

Ahora en cambio viaja al corazón político de Europa y me imagino que será para decir que no hay que olvidar a los más periféricos, que hay que recibir a los que están lejos, algo muy bergogliano.

Espero también que hable del desempleo, de los jóvenes. Algo que le preocupa mucho y a lo que se ha referido varias veces. Y luego imagino que hablará también de la familia.

Por el lado del Parlamento Europeo existe tal vez algo de temor de que su discurso no sea lo suficientemente alentador para Europa; los miembros del Parlamento esperan también del Papa palabras de apoyo, de aliento a la construcción europea que atraviesa un momento difícil y no sólo por la crisis del euro, sino por el ascenso de los nacionalismos y de los populismos. Y por ello hay una verdadera expectativa de que el Papa hable del lado bueno que también tiene la construcción europea, la reconciliación franco-alemana tras la guerra... No sé si hablará de esto.

¿Acaso hay elementos para pensar que el Papa pueda no valorar esa construcción europea?

No, no, es un tema de acento, es decir, que no sean sólo reproches o demasiados reproches: hay mucho desempleo, muchos problemas. Es verdad. Pero quedó el recuerdo de cuando se cumplieron 50 años del Tratado de Roma, que dio origen al Mercado Común Europeo, y las palabras de Benedicto XVI fueron sólo negativas. Esta vez hay una verdadera expectativa y esperanza de que no sea solamente reproches. Es decir, esperamos los reproches, desde ya, pero Europa necesita ser alentada, consolada, apoyada también.

Europa ha experimentado en estos años una fuerte secularización, ¿cree que de todos modos la palabra de este Papa será escuchada y tendrá algún efecto?

Sí, sobre todo con este Papa, si fuese otro Papa no habría la misma disposición a escuchar, sobre todo por parte de los parlamentarios de izquierda. Francisco viene en un momento muy alto de su popularidad, y es muy popular más allá de la Iglesia Católica, interesa muchísimo por afuera de ella y su palabra es escuchada y respetada.

"El Papa Francisco es muy amado por los franceses y muy popular incluso por fuera de la Iglesia"

El hecho de que sea un no europeo el que habla puede darle más fuerza. Antes era un polaco, un alemán; ahora es alguien que ve a Europa desde afuera, que no tiene intereses creados, ve a Europa como un todo, ve mejor las cosas. Eso vuelve su palabra más creíble. Aunque no es europeo, es muy escuchado por ser justamente una mirada desde el exterior.

El Papa hablará también ante el Consejo de Europa que es algo más amplio que el Parlamento...

El Consejo de Europa es más amplio, pero mucho menos poderoso que el Parlamento Europeo, que es parte del gobierno de la Unión Europea. El Consejo de Europa es políticamente menos importante pero eso permite hablarle a todo el Continente, incluyendo a Rusia. Incluyendo a Turquía. Al principio, sólo estaba previsto que hablase ante la UE y luego se agregó el Consejo de Europa. Además se anunció que vendrá a Francia el año próximo, aunque no se dijo en qué fecha. Se anunció el mismo día que se dio a conocer el programa de la visita de este martes, que no será pastoral, sino político-institucional y de menos de 4 horas. Y vendrá a Francia realmente el año próximo.

El Papa Francisco es muy amado por los franceses y muy popular incluso por fuera de la Iglesia.

"Es una hermosa paradoja que sea un Papa argentino el que venga a decirlo"

¿Hay una falta de liderazgo en Europa que tal vez explique la gran expectativa que despierta lo que puede decir el Papa?

Europa no ha encontrado aún a su "papa Francisco", entre comillas. La visita del Papa llega en un momento en el que hay una renovación institucional, hay nuevas autoridades, nuevos parlamentarios, un nuevo presidente del Consejo Europeo, pero no tenemos un Schuman (*).

El Papa llega en un momento en que, desde el punto de vista del proyecto hay una crisis, un vacío, cuando el Papa dijo que "Europa está fatigada", es justamente por eso que lo dijo. Y es una hermosa paradoja que sea un Papa argentino el que venga a decirlo.