Edgardo Buscaglia es un especialista mexicano en la lucha contra el crimen organizado. De visita en la Argentina, el panorama que pinta es al menos alarmante por las similitudes que el país comienza a tener con lo que fueron México u otras naciones afectadas por el narcotráfico, la trata de personas y otros delitos similares.

"Mayores niveles de violencia, de esclavitud, con mujeres y niños vendidos de manera más frecuente, mayores niveles de corrupción política... van a seguir avanzando hacia la hecatombe mexicana", advirtió el investigador de la Universidad de Columbia en los EEUU y director del Instituto de Acción Ciudadana de México, que está en el país para dar un seminario sobre crimen organizado en Santa Fe.

De acuerdo con su conteo, en el país hay 17 tipos de crimen organizado en expansión: "Realizan tráfico de bienes y servicios legales o ilegales. Ilegales pueden ser heroína o cocaína. Pero hay otros legales, como las explotaciones mineras, que se convierten en ilegales al transportar minerales preciosos a otros países fuera de las leyes. Empresas criminales, especialmente de origen asiático, se apoderan de empresas legales y explotan diferentes tipos de bienes como oro, litio, diamantes, etc. y los trafican ilegalmente. También se apoderan de empresas de transporte y puertos".

"Van a seguir avanzando hacia la hecatombe mexicana"

Para ejemplificar el crimen organizado menos conocido recordó un hecho sucedido hace unos meses: "Conozco el caso de una organización criminal que importó 10.000 sillas desde El Líbano hacia Argentina, que fueron compradas a centavos de dólares cada una y aquí las vendieron a mil dólares. Esto genera una cantidad extraordinaria de dinero que no necesariamente pasa por bancos o instituciones financieras. No hay ningún marco institucional que esté investigando estas transacciones no financieras".

Por eso, en momentos en que un sector del oficialismo pide discutir la despenalización de la droga para consumo personal, Buscaglia, que la semana pasada participó junto a Sergio Massa de una jornada sobre Seguridad Humana, fue terminante: "Un país como la Argentina, que poco puede regular el consumo de aspirinas sin ser adulterado, no puede pretender dar acceso a la marihuana o cocaína". Los resultados de una decisión de ese estilo pueden ser irreversibles, advierte: "Es una irresponsabilidad política. Es un tema serio, en el que si cometés una equivocación de política pública lo pagás con vidas humanas".

"Todos los organismos coinciden en que la corrupción en la Argentina ha aumentado mucho"

Ante quienes lo acusan de alarmista, les responde: "Los que no vieron la película no saben el horror que se avecina". "Todos los organismos internacionales han dado cuenta de que la corrupción en la Argentina ha aumentado mucho y los controles judiciales y patrimoniales brillan por su ausencia. Hay vacíos de Estado", sentenció.

"El problema –evaluó Buscaglia– es que la Argentina es un país en transición hacia la democracia". En las distintas entrevistas que esta semana dio con los diarios La Capital, Clarín y La Nación, argumentó que el país es en realidad "un sistema de competencia electoral sin Estado de Derecho y sin controles judiciales, sin controles patrimoniales, sin controles de la corrupción política, y sin controles sociales que permitan que la competencia electoral asegure que los que son elegidos reflejen después las preferencias ciudadanas".

Su análisis final fue devastador: "Las democracias se prostituyen normalmente y terminan siendo un instrumento de pocos cuando los controles están colapsados; la Argentina es inmadura y está prostituida por mucha corrupción".