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12 de octubre de 2017

Escalofriantes historias después de la explosión

Las imágenes del día después del incendio son más escalofriantes que las del propio fuego saliendo de una casa. Una pequeña biblioteca de madera con libros y revistas en su interior genera una sensación desoladora: es el único mueble que se mantuvo en pie a pesar de las llamas. Las fotos la muestran ubicada como en un balcón, pero en realidad era un pasillo cuya medianera se derrumbó. El resto es escombros y hollín. Nada más. No hay muebles, no hay ropa, no hay documentos, no hay fotos ni recuerdos. 

Por Florencia Bombini
@florbombini

El incendio, que no dejó víctimas fatales ni heridos de gravedad, afectó el terreno ubicado en la calle Neuquén 2221/2223, donde en 2006 se habían inaugurado dos casas en planta baja y dos en un primer piso y que hoy están en peligro de derrumbe. Allí, en la planta alta, comenzó a arder el fuego el martes por la tarde, y que dejó a cuatro familias en la calle, solamente con la ropa con la que habían salido de sus casas. 

Amanda vivía en el departamento cuatro, al lado del tres, que fue donde se desarrolló el principal foco de incendio. Junto con sus hijos, es una de las familias afectadas que hoy están deambulando en viviendas ajenas mientras esperan alguna ayuda. En diálogo con este medio, confesó que “ese día me había ido a las 14.05 y el incendio fue 14.10, siempre me voy un ratito más tarde, pero tenía que hacer unas compras”. Cuando volvió ante el llamado de su hijo, quien fue advertido por los vecinos, se encontró con el peor de los panoramas. “No hay nada de nada. Todo está para demoler”, sostuvo la mujer. 

Causas

Antes de que ocurriera lo peor, operarios de Metro

gas

estaban trabajando en la vereda y los vecinos confirmaron que en reiteradas oportunidades les advirtieron de que había olor a

gas

. Cerca de las 13.30 se produjo un corte de luz. Según explicó Marisa, quien vive en el terreno lindero que también fue afectado (ver aparte), “les avisé y me dijeron que llamara a Edesur, mientras otras personas les reclamaban que no tenían

gas

. Y recordó que “en un momento los vi como que se estaban peleando, como que algo habían hecho mal”.

A las 14 el servicio de luz regresó. “Cuando salí nuevamente para decirles esto, me contestaron que probara si tenía

gas

y que abriéramos las hornallas. A todos nos dijeron lo mismo. A las 14.10 explotó todo”. Y, para peor aún, explicó la mujer, “en medio del caos, ellos seguían trabajando”.

Denuncias

Tanto los vecinos de las cuatro casas afectadas como Marisa hicieron la denuncia correspondiente en la comisaría contra la empresa prestadora del servicio de

gas

, pero hasta el momento no han recibido respuesta. Este miércoles se acercó Defensoría del Pueblo al lugar, pero “no nos dijeron nada, no tenemos ni apoyo económico para pasar estos días”, confirmaron los vecinos, que están buscando la manera de recomenzar una vida que hoy quedó aplastada por los escombros.

La casa lindera "inhabitable" y puede derrumbarse

Marisa vive en la casa lindera al terreno de los dúplex y debió salir “entre las llamas y los escombros” para salvar su vida. “Yo estaba ahí cuando explotó todo. A las 14.10, cuando comenzó el incendio, el fuego entró en mi casa, que quedó totalmente destruida. La medianera se vino abajo. La chica que trabaja acá se salvó por un segundo”, le comentó la vecina a Crónica.

Y aseguró que su vivienda “quedó inhabitable, con peligro de derrumbe”. A su vez, agregó que “estoy con mis dos hijos chiquitos y mi marido, no tenemos casa. Nos vamos a vivir a otro lado, pero queremos una respuesta”.

En relación con las causas del incendio, Marisa señaló: “Creo que está relacionado con el hecho de que se cortó la luz y volvió”. Además, detalló que su perro había quedado dentro de la casa y salió por sus propios medios dos horas después. “Pensé que estaba muerto”, sostuvo la mujer.

El día después

Los vecinos de los dúplex de Neuquén al 2200 se habían ido a trabajar sin saber que sería la última vez que saldrían de sus casas. Que el fuego no les dio la oportunidad ni el tiempo para recuperar nada y convirtió, de un segundo a otro, todas sus pertenencias en montañas de escombros y hollín. Algunos debieron pasar por la horripilante experiencia de ver cómo las llamas destruían todo lo que estaba en el interior, sin poder hacer nada desde la calle. 

El día después del horror fue aún peor: comisarías, denuncias, reuniones entre vecinos y una imagen de fondo que muestra restos de materiales arruinados por el fuego.

El olor a

gas

y el corte de luz que se produjo al mediodía del martes anticipaban que algo podía ocurrir, aunque nadie se imaginó que se trataba de semejante tragedia. Los vecinos advirtieron esta situación ante el personal que estaba trabajando en el “cambio de cañerías de

gas

, como ellos mismos habían informado, pero no pudieron evitar la explosión, que dejó a cuatro familias en la calle.

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