En un enfrentamiento crucial en el destino de los participantes, Rusia y Argelia se vieron las caras en el estadio Joaquim Américo Guimaraes, de Curitiba. Con el amistoso que había concluido en empate (2 a 2) como único antecedente, los equipos se dirimieron el pasaje a los octavos de final de la vigésima edición de la Copa del Mundo.

Si bien el espectáculo comenzó con un ritmo cansino, los europeos consiguieron ponerse en ventaja a los seis minutos. Tras una buena proyección de Dmitri Kombarov, en la que el lateral envió un preciso centro al área rival, Aleksandr Kokorin anotó el 1 a 0. El pedido de tranquilidad del delantero luego de marcar la conquista fue un claro ejemplo del trabajo que había realizado Fabio Capello en la previa: la calma era la herramienta más importante para quedarse con un duelo cargado de nervios.

En un enfrentamiento crucial en el destino de los participantes, Rusia y Argelia se vieron las caras en el estadio Joaquim Américo Guimaraes, de Curitiba. Con el amistoso que había concluido en empate (2 a 2) como único antecedente, los equipos se dirimieron el pasaje a los octavos de final de la vigésima edición de la Copa del Mundo.

Si bien el espectáculo comenzó con un ritmo cansino, los europeos consiguieron ponerse en ventaja a los seis minutos. Tras una buena proyección de Dmitri Kombarov, en la que el lateral envió un preciso centro al área rival, Aleksandr Kokorin anotó el 1 a 0. El pedido de tranquilidad del delantero luego de marcar la conquista fue un claro ejemplo del trabajo que había realizado Fabio Capello en la previa: la calma era la herramienta más importante para quedarse con un duelo cargado de nervios.

La paridad entre los protagonistas era tan notoria que el encuentro se disputaba lejos de las áreas. Sin embargo, antes de llegar a la media hora, Islam Slimani aprovechó su buena altura para exigir a Igor Akinfeev, quien interpretó una maniobra formidable para desactivar el peligro. Los árabes tenían mayor posesión, pero les faltaba agresividad en el último toque.

En el complemento los africanos decidieron llevar el choque al campo rival, y ello favoreció a Rusia. En la primera escena, una excelente combinación ofensiva dejó mano a mano a Alexandr Samedov, pero Raïs M'Bolhi le puso el pecho a la situación y mantuvo con vida a sus compañeros, ya que necesitaban un empate para lograr la codiciada clasificación.

Cuando el cronómetro de Cüneyt Çakιr llegó a los quince minutos, los comandados por Vahid Halilhodzic hicieron delirar a sus seguidores. A través de una pelota parada, Islam Slimani se les anticipó a todos los defensores y festejó el 1 a 1. La eficacia del disparo de Yacine Brahimi y la pésima salida del arquero del CSKA de Moscú colaboraron en el gol del atacante del Sporting de Lisboa. Del mismo modo que ocurrió con Corea del Sur, los de Capello volvían a perder puntos por culpa de su guardameta.

En un enfrentamiento crucial en el destino de los participantes, Rusia y Argelia se vieron las caras en el estadio Joaquim Américo Guimaraes, de Curitiba. Con el amistoso que había concluido en empate (2 a 2) como único antecedente, los equipos se dirimieron el pasaje a los octavos de final de la vigésima edición de la Copa del Mundo.

Si bien el espectáculo comenzó con un ritmo cansino, los europeos consiguieron ponerse en ventaja a los seis minutos. Tras una buena proyección de Dmitri Kombarov, en la que el lateral envió un preciso centro al área rival, Aleksandr Kokorin anotó el 1 a 0. El pedido de tranquilidad del delantero luego de marcar la conquista fue un claro ejemplo del trabajo que había realizado Fabio Capello en la previa: la calma era la herramienta más importante para quedarse con un duelo cargado de nervios.

La paridad entre los protagonistas era tan notoria que el encuentro se disputaba lejos de las áreas. Sin embargo, antes de llegar a la media hora, Islam Slimani aprovechó su buena altura para exigir a Igor Akinfeev, quien interpretó una maniobra formidable para desactivar el peligro. Los árabes tenían mayor posesión, pero les faltaba agresividad en el último toque.

En el complemento los africanos decidieron llevar el choque al campo rival, y ello favoreció a Rusia. En la primera escena, una excelente combinación ofensiva dejó mano a mano a Alexandr Samedov, pero Raïs M'Bolhi le puso el pecho a la situación y mantuvo con vida a sus compañeros, ya que necesitaban un empate para lograr la codiciada clasificación.

Cuando el cronómetro de Cüneyt Çakιr llegó a los quince minutos, los comandados por Vahid Halilhodzic hicieron delirar a sus seguidores. A través de una pelota parada, Islam Slimani se les anticipó a todos los defensores y festejó el 1 a 1. La eficacia del disparo de Yacine Brahimi y la pésima salida del arquero del CSKA de Moscú colaboraron en el gol del atacante del Sporting de Lisboa. Del mismo modo que ocurrió con Corea del Sur, los de Capello volvían a perder puntos por culpa de su guardameta.

Por primera vez en su historia, Argelia obtuvo el pasaporte a la segunda ronda del Mundial. Más allá de las celebraciones, los del bosnio deberán concentrarse en su próximo compromiso, ya que tendrán por delante a uno de los candidatos al título. El próximo lunes a las 17, buscarán sorprender a Alemania.