Un hombre acusado de presionar por Facebook a una adolescente de 18 años para que fuera a su casa, donde la mantuvo secuestrada y abusó durante tres días hasta que la víctima pudo escapar, fue detenido por la policía en Estación Aráoz, al este de la provincia de Tucumán.

El hecho se inició el sábado 8 cuando una mujer denunció en la comisaría de Yerba Buena que su hermana de 18 años había emprendido un misterioso viaje hacia el interior de la provincia y que después su hija le comentó que, al revisar el celular de ella, había encontrado un mensaje de Facebook en la que la obligaban a viajar hacia una localidad o, caso contrario, matarían a toda su familia.

Al día siguiente fue hasta la localidad de Ranchillos a presentar otra demanda ya que sospechaba que su hermana se encontraba cautiva en un paraje conocido como Quintero Tres, publica la agencia NA según información recogida de La Gaceta de Tucumán.

Personal de Seguridad fue a confirmar la versión y, cuando patrullaban las calles, encontraron a la adolescente caminando junto a un vecino del lugar que la había descubierto recorriendo la zona totalmente perdida.

Desgarrador relato

Después de que se recuperó, la víctima contó que por la amenaza que había recibido por Facebook se dirigió hasta Ranchillos en un colectivo y que, al llegar al lugar, el acusado la estaba esperando en un auto negro. El sujeto la llevó hasta una casa vieja, donde la encerró en una habitación y le quitó el celular.

La víctima, desde su lugar de encierro, observó cómo el atacante tomaba bebidas alcohólicas y consumía drogas. La joven relató también que luego, amenazándola con un arma de fuego, la obligó a consumir cocaína para abusar de ella.

"En todo momento me decía que me dispararía si es que hacía problemas. Luego me dio un jugo que terminó haciéndome desmayar y, a partir de ahí, no recuerdo lo que pasó", dijo al declarar ante la fiscal del caso, Adriana Giannoni.

Oportuno escape

La mujer reconoció, además, que se despertó de noche y le pidió al abusador que fueran a bailar a un boliche del pueblo, el hombre aceptó y concurrieron juntos al centro nocturno.

Cuando vio la oportunidad, le pidió permiso para ir al baño y, al observar un descuido del sospechoso, huyó y logró pedir ayuda en la casa de una vecina.

Los investigadores fueron hasta esa localidad y lograron aprehender al sospechoso.