Un cuestionable manejo de gente del gobierno en torno al avión Tango 01 fue denunciado anoche en el ciclo "1+1=3", que se emite por la pantalla de Crónica.
El gobierno nacional decidió dar de baja en enero de este año el avión que en 1992 comprara el gobierno del entonces presidente Carlos Menem por 66 millones de dólares.

Se trata de un Boeing 757-200 que cumplió 24 años de servicio y fue puesto a la venta. Hasta el momento, no se supo de ningún interesado en adquirir la aeronave. Mientras tanto, hace unos meses el Tango 01 fue cedido a la productora K&S Films para grabar una escena de la película "La cordillera", que por estos días se está presentando en el Festival de Cannes y que protagoniza Ricardo Darín, en el rol de presidente de los argentinos.

Durante el rodaje, una ráfaga de viento derribó una columna de iluminación que se desplomó y su lámpara cayó encima del ala del avión, dañándole una de las alas. Por esta razón, su precio de referencia fue bajado en 1.500.000 dólares.

A través de un informe que tituló "25 de Mayo, bailamos Tango 01", el periodista Santiago Cúneo demostró anoche que la reparación del daño en el extradós plano superior y pasando el borde de ataque del ala -del cual se hizo cargo la aseguradora del grupo Insud, dueño de la productora de cine- demoró solamente tres días y costó 5.200 dólares, lo cual no justificaría entonces la rebaja millonaria en la cotización de la aeronave.

"Lo que pasa es que en el gobierno tienen apuro por sacarse de encima el viejo Tango 01 para hacerle lugar al próximo, que ya está comprado, al menos de palabra", refirió Cúneo. Se trata de un Boeing BBJ 737-700 IGW, modelo 2002 pero con muy poco uso, que pertenecería a un jeque de los Emiratos Árabes, ya que la adquisición se acordó en Dubai.

El encargado de la gestión habría sido Roberto Aróstegui, un ex jefe de línea de MacAir, ex inspector de la ANAC y aviador con años de experiencia en Aerolíneas Argentinas e Indian Airlines. Pero hay una irregularidad en todo esto: Aróstegui no fue designado como funcionario del gobierno nacional. Desempeña tareas de manera transitoria desde 2015 pero cobra un ingreso de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

"Es decir que un particular que no desempeña funciones oficialmente fue el encargado de gestionar el avión en el que se trasladará en el futuro al Presidente de la Nación y a sus comitivas. Esto es muy grave", aseveró Cúneo.