Dos franceses arrestados en Marsella este martes planeaban un “ataque inminente y violento” a pocos días de la primera ronda de las elecciones presidenciales que se celebrarán el domingo, dijo el ministro del Interior galo.

Los sospechosos, que la policía informó que fueron detenidos en la ciudad portuaria del sur del país con pocos momentos de diferencia, eran franceses radicalizados de 24 y 30 años, agregó el ministro Matthias Fekl.

"Estos dos hombres radicalizados (...) pretendían cometer en el corto plazo -con eso quiero decir en los próximos días- un ataque en suelo francés", declaró Fekl en una conferencia de prensa, y agregó que habían frustrado un ataque seguro.

En tanto, los dos sospechosos de preparar un atentado "inminente" durante la campaña de las presidenciales francesas detenidos este martes en Marsella tenían en su departamento de alquiler varias armas y explosivos, según indicaron fuentes de la investigación citadas por los medios.

Elecciones
Francia acudirá a las urnas para elegir a un nuevo presidente el 23 de abril y el 7 de mayo en una elección en dos etapas.                 

La seguridad nacional se ha convertido en prioridad de cara a los comicios, luego de ataques de militantes islamistas en  varias ciudades de Francia que han dejado más de 230 muertos en  los últimos dos años.                 

Con el país aún bajo estado de emergencia, Fekl dijo que más  de 50.000 policías, gendarmes y soldados serían desplegados para  cada jornada electoral.                 
"Se ha dispuesto todo para garantizar la seguridad de este  gran evento para nuestra democracia y nuestra república. Las  fuerzas de seguridad están movilizadas en todas partes de  Francia para garantizar la seguridad del pueblo francés y para  garantizar que la campaña presidencial se desarrolle sin  contratiempos", comentó.                 

La líder de extrema derecha, Marine Le Pen, una de las  favoritas, tiene programado realizar un gran mitin final en Marsella esta semana, según su programa.

En forma separada,  fuentes de la campaña del conservador François Fillon dijeron  que habían sido advertidos de que había un riesgo de seguridad  para el candidato de derecha.