ACTUALIDAD
4 de septiembre de 2014
"El control de precios para bajar la inflación es estúpido"
La conclusión pertenece al economista Steve Hanke, autor del Índice Internacional de Miseria y profesor de la Johns Hopkins University. Criticó con dureza al gobierno argentino de Cristina Kirchner
El International Misery Index 2013 arrojó un triste resultado para la región: entre los cuatro primeros países que encabezan el ranking, dos eran latinoamericanos. El primero de ellos, Venezuela, y el cuarto, Argentina. En segundo y tercer lugar se ubicaron Irán y Serbia, respectivamente.
Su autor, el economista Steve Hanke, conoce perfectamente la situación que se vive en la región y los problemas políticos, financieros y económicos que deben enfrentar los gobiernos populistas como el de Nicolás Maduro y el de Cristina Kirchner. Entrevistado por el periodista argentino Luis Novaresio en InfobaeTV, Hanke explicó cómo se calcula el índice, basándose en datos oficiales y no oficiales -muchos regímenes y gobiernos corruptos alteran las estadísticas- para dividirlos luego por el PBI per cápita. Esos datos son: la inflación, la tasa de interés de los préstamos y el nivel de desocupación de cada nación. En la región, Venezuela y Argentina sacaron una mala nota. "Comparando Venezuela y Argentina, se podría decir que en éste último país hay todavía una racionalidad residual. Venezuela está más cerca de Cuba", señaló crítico Hanke. Respecto a los problemas que enfrentan ambos países, el economista de la Johns Hopkins University señaló a la inflación como uno de los principales desafíos que no pueden controlar aún. En tal sentido, cuestionó los proyectos tendientes a controlar los precios y el abastecimiento de productos. "Es estúpido querer controlar los precios", manifestó."Es absolutamente estúpido querer controlar precios y controlar así la inflación. Lo que hay que controlar es la emisión de dinero. El control de precios crea falta de productos, corrupción y un mercado negro, como el que se ve en el de las divisas", dijo Hanke.
El economista también se refirió a la relación que los problemas económicos tienen con la imagen de los presidentes de ambos países: "La popularidad de Maduro está declinando y también la de Cristina Kirchner. Pero la de Maduro está un poco más alta. Ambos son poco populares", señaló.
El académico fue particularmente crítico con la Argentina y con su conducción económica. "El más grande enemigo de la gente en Argentina es su gobierno", expresó y agregó que "la situación en Argentina va de mal en peor y dramáticamente peor en términos de expectativas de acá en adelante".
"El gobierno argentino no cree en los derechos de propiedad", concluyó.