Las estaciones de servicio evalúan cobrar un plus de 50 centavos de peso por litro de nafta vendida. En rigor de verdad, estudian reflotar el servicio de playa, un recurso que se aplicó en otros tiempos para atravesar la crisis que sufrían los locales de expendio de combustibles y como manera de cubrir los gastos ante el congelamiento del precio de los combustibles y la suba de costos.

Aunque, desde el último año, los valores de la nafta y el gasoil se liberaron y ya hubo varias subas -si no, pregúntenles a los usuarios-, los estacioneros aseguran que esos retoques todavía no permiten equiparar la "constante" suba de costos por entender que la inflación general sigue por encima de las subas de precios.

Ante este panorama, analizan medidas que les permitan recuperar rentabilidad, entre las cuales está la de restablecer el servicio de playa o adicional por comercialización.

De acuerdo con distintas fuentes del sector, la posibilidad se discutió durante una reunión llevada a cabo a principios de esta semana por la comisión directiva de la Confederación de Entidades de Hidrocarburos y Afines (Cecha), la entidad que agrupa a la mayoría de los propietarios de estaciones de servicio del país.

Al respecto, Oscar Díaz, secretario de la entidad, admitió que se estudia reimplantar el servicio de playa, aunque todavía no se definió concretamente. Según el empresario, el principal problema que afecta al sector es el de la pérdida de rentabilidad. "Se trata de un problema que viene ya de hace años y que no se logró resolver con los últimos aumentos de las naftas porque si bien en 2016 hubo un incremento del 31% en los valores, la inflación terminó siendo del 42%, por lo cual nuestras ganancias se licuaron ante la suba de los costos", graficó.