"Sé muy bien lo que tendré que hacer llegado el momento. Del 91 al 98 Boca salió campeón solamente una vez como para decir que hoy lo mío es un fracaso", advirtió Bianchi apenas consumada la derrota ante el conjunto platense por 3 a 1. "En lo que estoy pensando ahora es en trabajar esta tarde. Mi único pensamiento pasa por dirigir y no por lo que puedan hacer los dirigentes", apuntó.

El "Virrey" aseguró estar "convencido de que los jugadores dejan todo y son buenos profesionales".

"Lo que pasó fue que nosotros anoche no jugamos el primer tiempo, solamente miramos al rival, y en el segundo salimos a poner todo nuestro orgullo. Pero atención que (Agustín) Orión no atajó ninguna pelota difícil", apreció. "Pero a los jugadores les importa perder. Y en cuanto a mí, si me preguntan cómo estoy, digo que estoy como se puede estar después de una derrota", siguió aclarando el entrenador.

Bianchi admitió que Boca no encuentra "su rendimiento. Pienso que tenemos que jugar mejor. Lo único que me interesa es revertir la situación pensando en el partido del domingo con Vélez", argumentó finalmente el ex técnico del equipo de Liniers.

Muy cerca suyo Carlos Aguas, secretario general del club de la Ribera, dijo que esta fue "una derrota dura, categórica, y es difícil hablar de futuro ahora".

"Boca volvió a no jugar bien, pero este no es el momento para hablar de lo que vendrá, aunque en las próximas horas vamos a evaluar lo sucedido", avisó.

En las próximas horas habrá una reunión de la "mesa chica" de los directivos, pero por el momento, desde el entorno del técnico lo ven "fuerte para seguir" y anuncian que "no va a renunciar, sino que lo tendrán que echar". El domingo se verá.