8 de febrero de 2017
"Vivimos en un país más tolerante y previsible que en 2015"

Palabras del diputado provincial por Buenos Aires por la UCR/Cambiemos, Maximiliano Abad, quien se refirió a los cambios introducidos en el ámbito nacional y bonaerense, el futuro del radicalismo y la firme decisión de potenciar el corazón del proyecto del actual gobierno: "recuperar la dignidad de la Provincia".
El diputado bonaerense Maximiliano Abad (UCR/Cambiemos) se mostró confiado acerca del crecimiento del radicalismo a nivel nacional, a sólo dos semanas del trascendental encuentro en Córdoba. Además, el legislador se refirió a los sustanciales cambios que se viven en la provincia desde la asunción de María Eugenia Vidal y hasta de la complejidad de las paritarias para este año.
El radicalismo tendrá en dos semanas un encuentro trascendental en Córdoba, ¿Cuál es la visión de futuro partidario con que irá a ese evento?
El de Córdoba será el primer encuentro masivo desde la convención de Gualeguaychú. Desde entonces el radicalismo recuperó una hoja de ruta política, ganamos relevancia electoral y pasamos de ser un partido que debatía oposición a ser un partido que debate gobierno.
Creo que será un encuentro absolutamente distinto, caracterizado por gestos de unidad, por acuerdos de cara al futuro y por una coincidencia generalizada: somos un partido más relevante, mejor posicionado y más importante para la Argentina que hace dos años.
Buena parte del radicalismo que resiste a Cambiemos radica en el partido bonaerense, ¿Cómo se administran las diferencias en el distrito más grande del país?
El radicalismo bonaerense se amoldó a cambios que fueron rápidos y profundos: volvimos al gobierno provincial tras 28 años y crecimos en las elecciones de 2015 como hace tiempo no lo conseguíamos.
En ese sentido, aunque hay diferencias, son menores al lado de la coincidencia general: estamos protagonizando la transformación más importante que ha tenido la provincia en mucho tiempo, y esa convicción unánime, deja en un segundo plano diferencias menores y coyunturales. Tenemos que evitar que las ambiciones electorales legítimas aunque minoritarias, determinen el rumbo de un proyecto que es el corazón del partido pero que pertenece a todos los bonaerenses: recuperar la dignidad de la Provincia.
Cambiemos ha cumplido un año administrando el gobierno nacional y gobernando la Provincia de Buenos Aires, ¿Cuál es su balance como legislador bonaerense?
Creo que vivimos en un país más tolerante, respetuoso de las instituciones y previsible que en 2015. En materia provincial, en un año hemos avanzado contra el juego clandestino, la opacidad de las fuerzas policiales y el descontrol penitenciario. Además, en la Nación y la Provincia, los argentinos de bien nos sentimos más protegidos que con el gobierno anterior.
Hay diferencias sustanciales que, aunque tardan en notarse en los bolsillos y la calidad de vida, se manifiestan en cambios estructurales, en cómo se compone el poder en Argentina y en la Provincia: hace dos años las mafias se sentían más cómodas con el Estado que los propios bonaerenses, hoy los bonaerenses saben que hay un Gobierno preocupado por tener mejores escuelas, rutas más seguras y hospitales mejor equipados. La pregunta es sencilla, qué camino queremos transitar, ¿el del gobierno que hizo la vista gorda ante los comisarios indecentes o el de la Gobernadora que les exigió cuentas y llevó a la Justicia a los que no podían explicar su patrimonio?
Claramente el proceso de negociaciones paritarias de este año es más complejo que el negociado en 2016. ¿Cómo ve las conversaciones y cómo analiza la relación con los gremios estatales bonaerenses?
Es más complejo y está cruzado por intereses políticos ante un año electoral. Creo que la Gobernadora tiene claro que debe administrar dos realidades: la necesidad de recomponer el salario de los trabajadores del Estado y a su vez la responsabilidad de administrar con eficiencia y racionalidad el dinero que aportan los bonaerenses.
Confío en que al final del camino la cordura y el bienestar general prime ante el ventajismo y la especulación política. Gobierno y gremios deben poner a los bonaerenses ante todo, corriendo de la escena las elecciones legislativas. Si por el contrario, las clases no se inician en tiempo y forma porque la especulación política se impone, sería imperdonable. Los gremios deben saber que parte del cambio que piden los argentinos, es terminar con la extorsión de unos pocos con millones de ciudadanos como rehenes.
Una de las grandes incógnitas electorales es qué sucederá con el peronismo bonaerense, ¿Sigue con atención ese proceso? ¿Cómo cree que decantará?
Sigo ese proceso con atención, y entiendo que allí se juega gran parte del proceso electoral.
De todos modos, nuestro trabajo es demostrarles a los argentinos y en particular a los bonaerenses, que si hay un camino para vivir mejor, más tranquilos, más libres y con más oportunidades, es el que representa Cambiemos. Ojalá el peronismo se recomponga y pueda ofrecer una alternativa decente y anclada en el futuro más que en la nostalgia, pero veo lejos esa posibilidad porque aún el resentimiento del kirchnerismo maneja los tiempos del peronismo.
