Paralización, reducción y cierre son algunos de los estados que presentan varias fábricas argentinas a raíz de la apertura de fronteras comerciales y la crisis en Brasil.

Diferentes rubros industriales, con el metalúrgico, textil y automotriz a la cabeza, aplican medidas como vacaciones adelantadas, suspensiones y, la más difícil de revertir: despidos. Según un reciente informe de origen académico, entre diciembre de 2015 y noviembre pasado hubo 192.917 bajas. Esta semana, la emblemática firma Alpargatas puso fin a una de sus plantas, y otras 170 personas se sumaron a la lista.

A modo de repaso, Crónica menciona en el gráfico que acompaña esta nota diez ejemplos de empresas que, empujadas por cambios macroeconómicos (como es el caso de los textiles con las importaciones) o exógenos (como es el caso de los metalúrgicos y las automotrices con la caída de demanda brasileña y mexicana), este año disminuyeron su actividad y aplicaron despidos masivos.

Números por sector

El informe elaborado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y las universidades de La Plata y Avellaneda, contabiliza 192.917 trabajadores despedidos (y otros 39.369 suspendidos), de los cuales el 70% corresponden al sector privado con 122.802 desafectados, mientras que en el sector público contabilizaron 70.115.

Por su parte, en el segmento de la construcción se relevaron en total 60.626 puestos menos, en tanto que en la manufactura el registro fue de 83.905 bajas.

Si se divide por rubro la investigación revela que la peor situación está en la rama metalúrgica (16.364), le siguen la textil (14.925); la automotriz (9.160); electrónica y electrodomésticos (7.377); alimentos y bebidas (6.913); en petróleo (5.692); en energética (4.012); en frigorífica (2.869); en calzado (2.088); en neumáticos (1.994); en materiales para la construcción (1.766); y en autopartes (1.514); entre otros.

Un caso emblemático

La alamante previa es siempre la misma, hay vacaciones obligadas por paralización de la actividad o suspensiones y, si la situación no mejora, vienen los despidos masivos hasta llegar al cierre. Así ocurrió con la planta de que la firma brasileña, Alpargatas, que hacía 30 años había radicado una de sus plantas en Villa Mercedes, San Luis, mientras que en la localidad bonaerense de Florencio Varela, llevó a cabo una reducción.

La compañía que produce las zapatillas Topper había adelantado las vacaciones de 190 trabajadores en julio del año pasado y suspendido a otros 140.

El motivo oficial esgrimido por la empresa para el cierre y reducción de las fábricas fue que la apertura indiscriminada de importaciones dispuesta por el gobierno nacional motivó que la producción y las ventas bajen de una manera "imposible" de solventar.

Los productos e insumos que ahora pueden importarse de otros mercados más desarrollados son mucho más baratos que los de producción local y, por lo tanto, la competencia se torna imposible y el personal empieza a sobrar.

Marco electoral

Elecciones parlamentarias a mitad de año y despidos no parece ser un combo favorable para el oficialismo. Sin embargo, los objetivos trazados por el flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no parecen alejarse de ese escenario.

Consultado por el sector privado, el ministro indicó que la importación es una forma de bajar los precios internos. "Si nos preocupa la inflación y queremos más competencia, es lógico que la competencia importada también nos ayude en la batalla antiinflacionaria". Una afirmación que prendió aún más alarmas en los sectores ya afectados por la apertura de fronteras.

A nivel público, el gobierno acaba de publicar en el Boletín Oficial un decreto con la firma del presidente Mauricio Macri, el jefe de gabinete, Marcos Peña, y Dujovne que congela la contratación de nuevos empleados en el Estado.

No está de más recordar que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el tercer trimestre del año pasado hubo un descenso del desempleo, con un 8,5% de desocupados en la población económicamente activa, frente al 9,3% registrado en el segundo trimestre.