30 de noviembre de 2016
Emotiva despedida del pueblo a Fidel Castro
Una marea cubana copó la Plaza de la Revolución para participar de los homenajes al comandante. Delegaciones de todo el mundo arribaron para decir presente en el reconocimiento al líder fallecido. El presidente boliviano Evo Morales, el de Venezuela Nicolás Maduro y el de Ecuador, Rafael Correa, entre otros, estuvieron en el lugar.
Millones de personas rindieron el último homenaje en La Habana al comandante Fidel Castro, en una conmovedora jornada en la que la histórica Plaza de la Revolución volvió a llenarse de lágrimas, con los mandatarios del llamado bloque antiimperialista como protagonistas y antes de que las cenizas del ex presidente inicien su recorrida a través de la isla.
A las 19 en punto (las 21 en la Argentina), con el himno nacional, comenzó el acto central en la capital, al que asistieron más de 20 jefes de estado y de gobierno, y varias decenas de funcionarios de países y organismos internacionales.
Entre ellos, los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang; México, Enrique Peña Nieto; Nicaragua, Daniel Ortega; Panamá, Juan Carlos Varela; Sudáfrica, Jacob Zuma; Venezuela, Nicolás Maduro, y Zimbabwe, Robert Mugabe.
También estuvieron presentes el rey emérito de España, Juan Carlos I; el histórico líder de Namibia, Sam Nujoma, y el asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, Ben Rhodes, entre otros.
Más temprano, una multitud estimada en millones de personas rindió tributo a Castro en los 286 puntos instalados en toda la isla, aunque la atención se concentró en La Habana, alrededor del memorial a José Martí, en medio de imágenes del líder de la Revolución, coronas de flores blancas y réplicas de sus condecoraciones militares.
A esa despedida masiva se le contrapuso otra más selecta: la que ocurría delante de las cenizas mismas de Castro, en la sala Granma del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), a la que únicamente accedió la alta dirección del país, encabezada por su hermano Raúl Castro, y su familia.
Los puntos de tributo de la Plaza cerraron al mediodía, porque el lugar se preparó luego para el acto multitudinario de despedida, con la presencia de mandatarios y delegaciones de todo el mundo. Antes de eso, Morales y Maduro hicieron un pequeño homenaje al líder desaparecido el viernes, a los 90 años.
Maduro y Morales guardaron silencio frente a la imagen que muestra a Castro en sus días de guerrillero: de pie, con un fusil y una mochila al hombro, en la Sierra Maestra (al oriente del país), escenario de la insurrección que lo llevó al poder en 1959. Después, firmaron el libro de condolencias. Un rato después hizo lo mismo el vicepresidente de China, Li Yuanchao.
Entre la multitud estuvieron dos de los hijos de Fidel Castro, Tony y Alex. Raúl Castro presidió el último relevo de la guardia de honor en tributo a su hermano, con uniforme militar y acompañado del primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel; el comandante de la Revolución Ramiro Valdés y el segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado-Ventura.
En uno de los puntos de homenaje al comandante, en los últimos relevos también se vio formando guardia de honor a funcionarios de la plana mayor del país, como el ministro de las Fuerzas Armadas, Leopoldo Cintra-Frías; el canciller Bruno Rodríguez; el ministro de Economía y vicepresidente Ricardo Cabrisas y el presidente de la Asamblea, Esteban Lazo.
Entre los extranjeros que llegaron a La Habana, además de los dignatarios mencionados, están los primeros ministros de Antigua y Barbuda, Gaston Browne; de Dominica, Roosevelt Skerrit; y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
También el presidente del Consejo de la Nación de Argelia, Abdelkader Ben Salah y la líder de la Asamblea Nacional de Viet Nam, Nguyen Thi Kim Ngan.
Estuvieron además el diplomático Jeffrey DeLaurentis, nombrado por Barack Obama embajador en La Habana pero no confirmado por el Congreso, y los cancilleres Susana Malcorra, José Serrra y María Ángela Holguín en nombre de la Argentina, Brasil y Colombia.