Por Matías Resano
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En el mediodía del viernes se llevó a cabo una atractiva iniciativa en un reconocido restaurante del barrio porteño de San Telmo, en el cual la cultura y la gastronomía se vincularon para llevar adelante un fin solidario. Una propuesta organizada por "Cocina sin Fronteras” y respaldada por la Fundación Leandro Olmos, en la cual participaron los chefs más destacados de nuestro país y celebridades del ámbito gastronómico.

Al finalizar la jornada, los presentes abonaron en forma simbólica la invitación, cuyos fondos fueron destinados a la entidad benéfica que aloja a catorce menores en su hogar de niños.

En el restaurante

El Baqueano, situado en la intersección de Chile y Bolívar, en San Telmo, se convocaron los cocineros más prestigiosos y reconocidas personalidades gastronómicas bajo el proyecto Cocineros sin Fronteras.

Una iniciativa que se llevó a cabo con el padrinazgo de Fundación Leandro Olmos, a la cual, explicó Paula Rossi, representante de la entidad, “apoyamos en su importante proyecto desde el programa Ser Humano, acompañándolos en la difusión de esta acción que realizan, puesto que nosotros vinculamos a Cocina sin Fronteras con el programa que nosotros llevamos adelante, el cual se basa en resaltar las buenas acciones y valores de la persona. Por eso la identidad cultural es un valor que tenemos que dar a conocer y a través de la gastronomía se conoce la identidad de cada pueblo”.

Hermandad

El almuerzo se reeditó por cuarta vez desde su inicio, con el afán de vincular la gastronomía y la identidad cultural, como señaló uno de los impulsores de la jornada de ayer, el chef peruano Gastón Acurio, quien remarcó que “buscamos unir las diferentes regiones de Latinoamérica, separadas por barreras políticas que a través de la cocina pueden derribarse para transformar la vida de las personas”.

Justamente en ello radicó la propuesta, dado que cada comensal, además de disfrutar del exquisito menú, aportaba una suma a voluntad al culminar el evento, siendo la recaudación destinada a la Fundación con la que cuenta La casa de Leandro, que aloja a catorce niños.

En este sentido, Rossi dejó en claro que “este evento nos ayuda a que más gente nos conozca y nos da más empuje de hacer nuestra tarea. Nos encanta que más gente se sume a unir a fundaciones en este tipo de eventos, que en principio uno considera que no tiene nada que ver con la fundación, pero en realidad sí nos ayuda, dándonos una mano enorme”.