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La policía empezó a practicar detenciones en varias ciudades durante la madrugada del jueves cuando las protestas callejeras de decenas de miles de personas por la elección de Donald Trump como presidente derivaron finalmente en incidentes y agentes de seguridad heridos.

Una de las protestas más multitudinarias fue la de Nueva York, donde miles de personas se concentraron frente a la Torre Trump de Manhattan, sobre la Quinta Avenida, al grito de “no es mi presidente”, una consigna que se repitió en el resto de marchas registradas en más de 25 ciudades del país y que seguían en la madrugada del jueves. "¡Donald Trump, vete! ¡Sexista, racista, antigay!”, coreaban los ciudadanos en las calles de Nueva York.

Una treintena de manifestantes fueron detenidos por desórdenes públicos o cortar el tráfico, según las autoridades, que informaron también que agentes policiales de la ciudad californiana de Oakland resultaron heridos en las protestas.

También fueron numerosas las marchas de Seattle (Washington), Filadelfia (Pensilvania) y Chicago (Illinois), ciudad esta última en la que los manifestantes escogieron la Torre Trump como lugar de concentración y corearon insultos contra el magnate.

La capital, Washington, así como Atlanta (Georgia), Boston (Massachusetts), Denver (Colorado), Austin (Texas), Portland (Oregon), Saint Paul (Minnesota) o las californianas Los Ángeles, San Francisco y San Diego fueron igualmente escenario de protestas y vigilias, resumió la agencia de noticias EFE.

En Portland, los 2.000 concentrados, según la Policía, corearon: “No al KKK (Ku Klux Klan), no a EE.UU. fascista, no a Trump”. En Los Ángeles, centenares de personas ataviadas con banderas de EE.UU. y México y al grito de “manos arriba, no disparen”, cortaron la carretera 101, una de las principales arterias de la ciudad, provocando enormes embotellamientos durante al menos una hora.

Todo ello se produjo instantes después de que los manifestantes quemaran una efigie de Trump frente al ayuntamiento de Los Ángeles. En algunas de estas marchas también se quemaron banderas estadounidenses.

Todas esas ciudades son bastiones demócratas en los que Hillary Clinton ganó este martes con grandes márgenes al republicano Trump, quien, pese a tener menos apoyo popular, consiguió contra todo pronóstico más votos electorales (306) que su contrincante (232).

Aunque la mayoría de protestas transcurrieron sin mayores incidentes, en Oakland (California), cerca de San Francisco, parte de los 6.000 manifestantes formaron barricadas a las que prendieron fuego y se produjeron choques con uniformados en el acceso a una autopista que pretendían cortar. Algunos agentes resultaron heridos.

Esta es la segunda noche en la que se producen protestas en la erizada Oakland, donde los manifestantes se lanzaron a la calle en la noche del martes al miércoles poco después de conocerse la victoria de Trump y una persona resultó herida y se produjeron algunos desperfectos en edificios.

En Richmond (Virginia), lugar de residencia del senador Tim Kaine, compañero de fórmula de Clinton, los manifestantes rompieron los cristales de la sede del Partido Republicano. Los incidentes en Richmond se saldaron con una decena de detenciones.

Finalmente en Nueva Orleans (Luisiana), quemaron un muñeco de Trump y también rompieron cristales de algunos edificios, como entidades bancarias.