Además de ser un divertimento, una forma de estar conectados o incluso informados, las redes sociales se convirtieron en una herramienta para difundir causas solidarias.

El caso más emblemático fue el de la pequeña Helenita, en el que, en tiempo récord, su familia logró hacerse del dinero para que la niña viaje a los EEUU a someterse a un trasplante de médula ósea por una osteoporosis que le diagnosticaron recientemente.

Luego fue el de Ignacio Arbini, un joven de 27 años, que estaba en lista de espera de Emergencia Nacional del Incucai para ser trasplantado del corazón. Cuando sus amigos y familiares se enteraron de que Nacho sufría de miocarditis fulminante, una afección cardíaca causada por un un virus que le afectó el corazón, lanzaron la campaña a través de las redes sociales.

Arbini continúa internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiológicos del Hospital Italiano de Buenos Aires y su corazón empezó a funcionar por sus propios medios, por lo que el trasplante no es urgente.

"Todavía el gran comunicador de cualquier temática social siguen siendo los medios tradicionales; lo que sí es cierto y crece de una manera tremenda es este fenómeno de las redes sociales. Ahí sí hay un mundo nuevo. En el caso de Helenita fue la primera vez que vemos tremendamente que, a través de las redes, empezó a moverse la campaña y explotó en los grandes medios", analizó Juan Carr, titular de Red Solidaria.

Y añadió: "El caso de Helenita en Argentina fue inédito, más de la mitad de la convocatoria fue a través de las redes. En este momento estamos en 55.000 voluntarios digitales, ahí hay otro récord comunicacional. Estamos viendo una Argentina que aparece, una novedad, se democratizó la comunicación".

Carr explicó que tanto la historia de Helenita como la de Nacho "son fuertes" y se volvió muy emocional ya que se generó una comunidad en donde hay un plus; a diferencia de la televisión, en las redes se participa y se comunica. "En pocos días estas campañas tuvieron un rendimiento tremendo. Son situaciones excepcionales, eso también empuja", evaluó.

La llegada es tal, que hasta los famosos se sumaron a la iniciativa al ser contactados a traves de internet. Así Miguel Ángel Rodríguez, Paula Chaves, Luciano Pereyra, Federico D'Elía, Chechu Bonelli y su pareja el futbolista Darío Cvitanich, Peter Lanzani, Nazarena Vélez y el diseñador Benito Fernández son algunos de los tantos famosos que posaron con el hashtag de Nacho para ayudar a viralizar la situación. Lo mismo sucedió con el caso de la pequeña.

Cecilia Mac Corquodole, la mamá Helenita, contó a Infobae que la campaña se viralizó rápido y espontáneamente. "Un día llegué llorando desesperada y empecé contándolo en un grupo de amigas. Así empezó a difundirse y así fue el boca en boca. Mis amigas empezaron a abrir una cuenta especial, después empezaron a hacerlo en Twitter buscando retuits. Y así, Juan Carr de Red Solidaria nos contactó y nos está ayudando muchísimo como también la Fundación Renzo", contó.

"Estoy totalmente sorprendida, no puedo creer lo que es la gente. Es una enfermedad muy rara y te escriben de todos lados. Se colapsó la cuenta de Gmail de la cantidad de mails. A pesar del dolor que tengo en el alma me sigo sintiendo una persona afortunada. Agradezco a Dios ser argentina y la ayuda de todos", señaló la madre días antes de lograr reunir el total del dinero para poder viajar.

"La gente lo que siente ahora es que puede participar, se democratizó. Yo mismo estoy muy sorprendido, el celular puede ser una herramienta para cambiar la realidad", añadió Carr.

Una vez más, queda en evidencia que las redes sociales pueden dar mucho más que seguir el día de un famoso o interactuar con amigos. También pueden funcionar como una poderosa herramienta de esperanza y solidaridad.