10 de noviembre de 2016
Santy disfruta de su nueva casa
El joven de 23 años sufre de meningocele, por lo que tuvo que ser sometido a 42 cirugías, recibir un trasplante de riñón y debe estar conectado permanentemente a un concentrador de oxígeno. El municipio de Quilmes cumplió con su palabra y le dio un hogar en condiciones para que se pueda mover. Crónica siguió de cerca su caso.
Por Luciano Bugner
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Y un día escucharon el pedido de Julieta Torres. "Lo único que esperaba era que el municipio de Quilmes me dé una casa en las condiciones de infraestructura que Santy necesita", le dijo a este medio. Es que su hijo, de 23 años, sufre de meningocele por lo que tuvo que ser sometido a 42 cirugías, recibir un trasplante de riñón y estar conectado permanentemente a un concentrador de oxígeno. Por fortuna, desde el miércoles el joven se encuentra en una vivienda acondicionada para su vida diaria. Desde hace meses la mujer elevaba pedidos al intendente Martiniano Molina, que finalmente cumplió con su palabra.
Si bien la mudanza generó estrés y fiebre en Santy, su madre, Julieta, está feliz. "La otra casa era cómoda, pero no reunía las condiciones", dice la mujer desde su vivienda nueva, ubicada en Quilmes oeste. A diferencia de la anterior, "ahora tiene un dormitorio con su baño sin escalera, por lo cual se puede mover con absoluta libertad con su silla motorizada. Lo mismo para cuando entran las camillas. También es una zona sin fábricas y con mucho verde". Cabe destacar que un cuadro de meningocele implicó que el joven deba someterse a 42 cirugías y estar conectado permanentemente a un concentrador de oxígeno. A su vez fue trasplantado de un riñón, que le donó su propia madre.
Con una alegría que no entra en su cuerpo, la mujer eligió la red social Facebook para describir su situación actual: "Esa sensación rara de llorar o reír, o de estar feliz o triste. Tantas cosas pasaron hoy. Por vos hijo me enfrento con el mismo universo". En esa línea, Santiago cuenta con internación domiciliaria y un personal que cuida de él las 24 horas.
Por su parte, la reunión se llevó a cabo en el municipio de Quilmes, donde estuvo presente el intendente. Más allá de la alegría, la lucha de Torres continúa, ya que su hijo es electrodependiente y "por más que tenga el subsidio aprobado, en Edesur me vienen entre $2.000 y $3.000. La otra vez llamé y una empleada me recomendó que desconecte el aparato. Pero, claro, si lo desconecto mi hijo no respira". Asimismo, Julieta tiene otros dos hijos discapacitados: Nicolás con distrofia muscular y Victoria con escoliosis.
En esta lucha por conseguir la casa para Santy, fue fundamental la presencia de la gente de Agapao con su titular, Ana Manrique, a la cabeza. "Esto era una causa justo por eso estuve cerca del joven y de su mamá. Más allá de los enojos y de la angustia vivida, hoy la familia tiene la casa. Esto permitirá que Santy tenga una vida digna y eso no es poca cosa", señaló Ana.