La ceremonia, en el Centro de Convenciones de esta ciudad, fue presenciada por más de 2.500 invitados locales y extranjeros. Todos los presentes vistieron camisas blancas, como símbolo de la paz.

"Pedimos perdón por el dolor que hayamos podido causar en esta guerra", afirmó Timochenko, quien se congratuló de que Colombia vaya "hacia la política sin armas", y aseguró que las FARC van a "cumplir" el acuerdo y esperan "que el gobierno cumpla".

"Decimos fuerte y claro: no más guerra, no más la guerra que nos dejó cientos de miles de muertos, millones de víctimas y desplazados, y tantas heridas que tenemos que empezar a sanar", dijo Santos en su discurso, y reiteró que "cambiar las balas por los votos es la decisión más inteligente".

Antes que los dos protagonistas del acto, habló el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Santos y Timochenko rubricaron los siete ejemplares del acuerdo con unas lapiceras hechas especialmente con partes de proyectiles, a los que el mandatario llamó "balígrafos".

Junto a ellos se ubicaron en la mesa principal los jefes de los equipos del gobierno y las FARC, que negociaron el acuerdo durante casi cuatro años en La Habana, el ex vicepresidente Humberto de la Calle y Luciano Marín, alias "Iván Márquez", respectivamente.

Los invitados estelares fueron los representantes de los países garantes (Cuba y Noruega) y acompañantes (Chile y Venezuela) del proceso de negociación que había comenzado formalmente el 19 de noviembre de 2012.

Cuba, Chile y Venezuela estuvieron representados por sus presidentes, Raúl Castro, Michelle Bachelet y Nicolás Maduro, y Noruega por su canciller, Borge Brende.

Asimismo, asistieron, entre otros, los presidentes de la Argentina, Mauricio Macri; Brasil, Michel Temer; Ecuador, Rafael Correa; México, Enrique Peña Nieto; Paraguay, Horacio Cartes, y Perú, Pedro Pablo Kuczynski.

El acto se desarrollo en una Cartagena de Indias fuertemente custodiada por más de 4.000 efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad, 23 aeronaves de la Fuerza Aérea, cuatro buques de guerra, 10 lanchas guardacostas y un grupo de buzos tácticos.

De hecho, el sobrevuelo de un avión muy cerca del Centro de Convenciones en momentos en que Timochenko pronunciaba su discurso provocó la sorpresa de toda la concurrencia y la sonrisa nerviosa del orador mientras miraba hacia el cielo.