Rubén López, el hijo de Jorge Julio López, desaparecido en el 2006 tras ser testigo clave del juicio en el que se condenó a prisión perpetua al represor Miguel Etchecolatz, aseguró que no hay avances en la investigación y tras criticar el desempeño de la fiscalía a cargo de la pesquisa remarcó que “lo que no se investigó, se perdió”.

"Son 10 años de injusticia y de no recibir información, es difícil tratar de explicar lo que uno no entiende”, expresó en diálogo con Télam, y luego de entrevistarse junto a su hermano Gustavo con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, para delinear estrategias a partir de la decisión de que la cartera se presente como querellante en la causa.

El hijo del testigo aseguró que siente “mucha bronca y dolor” por la actuación de la Unidad Fiscal que investiga los crímenes del terrorismo de Estado en La Plata. "Hace unos días tomé conocimiento de que el fiscal Marcelo Molina estaba pidiendo a las compañías telefónicas que no borren los registros de los celulares captados hace 10 años por la antena que corresponde a la zona de Los Hornos (donde vivía el testigo desaparecido)”, contó y se preguntó: “¿qué hicieron durante estos 10 años para pedir ahora que por favor no los borren?”.

Para López, se trata de “desidia, mala intención e incapacidad”. Y sentenció: “lo que no se investigó, se perdió”.

Sostuvo además que no tiene trato con el fiscal Molina, desde que lo acusó de haber intervenido -presuntamente- en la desaparición de su padre. ‘Con Molina no hablo desde hace más de dos años, desde que se armó una causa en mi contra”, remarcó y detalló que una pista aseguraba que junto a un amigo habrían tramado la muerte de su padre a partir de una lectura de labios en un video. “Según el fiscal había un cabo suelto y decidió investigar”, dijo.

"Es obvio que no les enseñaron o no aprendieron a investigar, aunque dejo abierta la posibilidad que les hayan dicho ’esto no lo investiguen’. Si es así, tendrían que admitirlo”, enfatizó.

Asimismo, aseguró que cuando se acerca la fecha de desaparición de su padre trata de llevar la situación de la mejor manera, recordando “el ejemplo” en cuanto “a su propia militancia de la causa”.

‘Vivo ocupándome de esta tarea, de laburar, de militar la causa, y tratando de llevar adelante el ejemplo de mi viejo en cuanto a su propia militancia de la causa”, destacó.

Sobre la posibilidad de que la justicia le otorgue la prisión domiciliaria a Etchecolatz, el hijo de López indicó que participará de la marcha del domingo próximo para rechazar esa eventual medida. “Tengo que salir yo también a decir basta”, dijo, tras no participar en anteriores movilizaciones.

El hijo de Julio López consideró que el arresto domiciliario “sería un acto de impunidad para estos tipos que fueron condenados por genocidas” y permitiría que “este tipo quede libre antes que a mi viejo lo busquen, lo encuentren o me digan qué pasó”.

‘Este tipo está preso por genocida mas allá de la edad o la condición física”, concluyó López para quien Etchecolatz está “a la altura de Hitler, porque es el mismo tipo de persona: cínico, siniestro, sin adjetivos suficientes para calificarlo”.