9 de septiembre de 2016
Michetti entregó libros contables de SUMA
El juez federal Ariel Lijo recibió la información de la Fundación y pidió a la Unidad de Información Financiera (UIF) que informe “urgentemente” si existen reportes de operaciones sospechosas o investigaciones abiertas, por supuesto lavado de dinero en relación a la organización que preside la vicepresidenta.
La fundación SUMA quedó en la mira de la justicia en el marco de una causa en la que se investiga el origen del dinero que le fue robado a la Michetti en noviembre pasado, el día que se consagró vicepresidenta de la Nación.
Los pedidos de informes a la UIF y al Banco Central se ordenaron en el marco de una serie de pruebas dispuestas por el magistrado, que libró “orden de presentación” y encomendó a Gendarmería Nacional ir a la sede para buscar los libros contables de la fundación, desde donde garantizaron que serán llevados al juzgado, explicaron fuentes judiciales.
Los libros contables de SUMA fueron presentados este jueves en Comodoro Py y serán sometidos a investigación, informaron fuentes judiciales vinculadas con el caso; luego de que ayer el abogado de Michetti, Ricardo Gil Lavedra, sostuviera que “es absolutamente falso que se haya ordenado un allanamiento o secuestro en la fundación SUMA”.
En este sentido, precisó que “el juzgado, como es de práctica, ordenó la presentación de documentación perteneciente a la fundación, lo que fue notificado por las fuerzas de seguridad”, en un comunicado difundido anoche por la oficina de prensa de la Vicepresidencia.
Esta medida fue parte de una resolución más amplia en la que, además, Lijo dispuso que la UIF informe “con carácter de urgente” la existencia de reportes de operaciones sospechosas (ROS) relativos a la fundación “SUMA para el diseño de políticas públicas con visión estratégica”.
Además, en esa resolución el magistrado le pide a la UIF que informe si “ha recibido reportes por parte de las UIF de otro país en relación a la persona jurídica mencionada”.
También levantó el secreto bancario y pidió al Banco Central que requiera informes a bancos, financieras y entidades cambiarias para que, en diez días, informen si SUMA “registra cuentas o productos (plazos fijos, cajas de seguridad, etcétera), así como también si se ha registrado operaciones y/o transferencias a su nombre o el de cualquier persona física”.
No solo ella
Lijo incluyó en las medidas de prueba a la pareja de la vicepresidenta, Juan Martín Tonelli Banfi y requirió a la AFIP el envío “urgente” de sus declaraciones juradas de impuesto a las ganancias y bienes personales de 2014 y 2015.
También pidió a la IGJ informes sobre la eventual participación de Tonelli en la sociedad de responsabilidad ilimitada “Tough Match”, copia del legajo e informes sobre si “participa o ha participado de sociedades inscriptas ante ese organismo.
La investigación se inició luego de que el abogado Leonardo Martínez Herrero y los diputados Rodolfo Thailade y Juan Cabandié denunciaran a la vicepresidenta con el objetivo de que se indague sobre el origen del dinero que le fue robado en noviembre.
El robo ocurrió la noche en la que se consagró vicepresidenta cuando le sustrajeron 245.000 pesos y 50.000 dólares de su casa. Por el robo fue procesado y enviado a juicio David Cruzado, un policía que formaba parte de su custodia.
Michetti afirmó que, de lo robado, 200.000 pesos que estaban en una bolsa de cartón provenían de donaciones a la Fundación SUMA, que 45.000 eran para el pago de refacciones en la vivienda y que los 50.000 dólares eran un préstamo de su pareja, Juan Tonelli Banfi, para pagar una maestría de su hijo.