Se enojó Messi. El partido no ofrecía grandes condimentos y se iba, irremediablemente, al descanso sin emociones, cuando el mejor del mundo tomó el balón en posición de número 10, giró, hizo pasar de largo a un rival, se acomodó, sacó un zurdazo que tenía muchas chances de ser controlado contra el palo izquierdo por Muslera, pero en el camino rebotó en Godín, descolocó al arquero y besó la red junto al primer poste.

Se enojó Messi. Con la ventaja a favor y aún con un hombre menos (por la expulsión de Dybala que también lo enojó), el autor del gol número 56 con la casaca nacional y primero como platinado apareció en su esplendor, en la parte complementaria. Con un túnel a Corujo, encarando con decisión y generando una amonestación a Lodeiro.

¡Bienvenido a tu lugar, 10! Aunque no se perdió ningún partido, Messi acabó con las especulaciones sobre cómo volvería después de una abrupta salida tras la frustración americana y dejó en claro que es el auténtico líder del ahora equipo del Patón Bauza. Y también Mascherano, que se peló el traste, quitó cuanta pelota pasó por el medio, distribuyó y hasta colaboró cuando hubo que ponerse el overol.

Argentina venció por la mínima a Uruguay y, por primera vez en lo que va de las Eliminatorias, mira al resto desde lo más alto. Enhorabuena.
La primera mitad ofreció apenas un disparo de Dybala desde afuera que el arquero visitante manoteó al corner; un pelotazo de Mascherano que Mas bajó en el segundo palo permitiendo una volea de Messi que se desvió en Godín, el ya mencionado gol de La Pulga y una salvada de Zabaleta ante Suárez.
Los primeros 20 minutos del complemento mostraron a un Messi encendido, marcando la diferencia, sacando de caja a los charrúas. Pero el partido fue siempre duro porque no hubo punch y, conforme pasaban los minutos, creció el empuje de los del Maestro Tabárez, que no cesaron en la búsqueda a pesar de la falta de ideas.

Argentina no hizo un gran partido, pero lo ganó inobjetablemente. Bienvenido Messi, el gran Masche, un ciclo nuevo y la punta de las Eliminatorias. Como para ir a Venezuela con entusiasmo e ilusión.