7 de junio de 2025
Juan Grabois ocupó el edificio del Instituto Juan Domingo Perón junto a un grupo de militantes

El dirigente del Frente Patria Grande tomó la sede donde funcionaba un centro de estudios que disolvió el Gobierno. “La juventud del movimiento nacional recuperó del odio gorila la antigua residencia de Perón y Evita”, anunció
El 7 de mayo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el Gobierno cerrará el instituto Perón, junto con la Comisión Nacional de Homenaje al Teniente General Juan Perón. Según explicó, la Casa Rosada tomó la decisión porque ambas instituciones representaban “una carga presupuestaria injustificada”. Y puntualizó que “la investigación histórica sobre el ex presidente Perón ya se lleva adelante a través de universidades” y otras instituciones que “garantizan un estudio académico libre de condicionamientos estatales”.
El ingreso al edificio fue realizado a través de la cafetería “Un café con Perón”, que se encontraba abierta. Entraron por una puerta interna, lindera al centro de estudios. Según indicaron fuentes de la policía porteña a Infobae, en el interior había dos agentes de la Policía Federal (PFA) para custodiar esas dependencias del ministerio de Capital Humano. Los uniformados forcejearon con los militantes para evitar el ingreso, y tuvieron que salir ante la protesta.
Tras la ocupación del establecimiento, se enviaron agentes de la Policía de la Ciudad y de infantería de la PFA, a la espera de instrucciones.Nombrado oficialmente como Instituto Nacional “Juan Domingo Perón” de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas, el organismo fue creado en 1995 por el presidente Carlos Menem, y funcionaba desde 1997 en la antigua Quinta Unzué, en un edificio auxiliar, ubicado en la calle Austria 2593.
Destinada desde 1943 a residencia presidencial, el establecimiento solo cumplió esa función durante la gestión del general Perón. En ese domicilio murió Eva Perón en 1952, y el expresidente la habitó hasta su derrocamiento en 1955. En 1958, el dictador Pedro Eugenio Aramburu ordenó su demolición, salvándose la actual sede del Instituto, que reúne biblioteca, hemeroteca, videoteca y archivo especializados.“Va a haber una permanencia pacífica. ¿Hasta cuándo? Salvo que haya una orden judicial, que apelaremos. Haremos todo el procedimiento legal correspondiente. Yo estoy no solo en mi carácter de ciudadano. Estoy ejerciendo mi profesión como abogado. Así que, la verdad, nosotros no les tenemos miedo. Nosotros creemos que el miedo se contagia y el coraje también se contagia >Noticia en desarrollo
